Carnaval de Cádiz

Manolo Casal: «Hemos dejado que Cádiz se cante y se cuente a sí misma, sin trampa ni cartón»

«La televisión sirvió para la expansión, el conocimiento y la divulgación; ahora, con los nuevos medios, la crítica es demoledora, y veo a la gente arrugada, presionada por lo que dicen otras personas que no tienen de lejos su imaginación o creatividad»

Modesto Barragán: «La generación Tangai tiene un conocimiento extraordinario; ya suena a chiste explicar la diferencia entre una comparsa y una chirigota»

Manolo Casal, con el maestro Peñita. LA VOZ
José María Aguilera

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El Carnaval es la excusa de Manolo Casal para hablar de todo. El gaditano es un torrente de conocimiento y sabiduría, agarrados a su experiencia pero también a su carácter inquieto y creativo. Pues eso. Que aunque tenga un tono desenfadado, siempre hay análisis, examen, crítica e investigación en sus palabras y sus letras. Junto a su 'querido' Modesto presenta 'Generación tangai', una reflexión sobre lo que supuesto la irrupción de la televisión en la fiesta grande gaditana.

-De la televisión al negro sobre blanco. ¿Qué se pueden encontrar los lectores en 'Generación Tangai'?

-Pues el libro es un homenaje a esa generación que se ha criado en los pechos de la tele. Una hornada de nuevos aficionados influidos por este medio. Su irrupción en todos los hogares, con la llegada de Canal Sur, provocó la expansión de este amor por la fiesta. Resultó explosivo. La cadena autonómica quería agarrarse a las cuestiones vertebradoras de Andalucía y el Carnaval, el de Cádiz, era uno de los principales.

-¿Cuál fue el punto de inflexión?

-Nosotros aterrizamos en el 96 en la televisión el Carnaval tras la experiencia en la radio. Se produce entonces un relevo generacional. No éramos nada más y nada menos que unos jóvenes periodistas gaditanos muy aficionados al Carnaval, que llegamos de un medio diferente y querían poner en antena esa nueva manera de contar esta tradición. Hicimos un grupo coral, como es el propio Carnaval, y junto a Modesto contamos con Manzorro, Yuyu y Javi Osuna. Hacíamos algo diferente. Hasta ese momento, las retransmisiones eran serias, críticas, informativas, muy comerciales. Nosotros llegamos sin publicidad y nos poníamos a cantar, a incluir gags y utilizar un tono humorístico. Dábamos información porque conocíamos bien a todos los protagonistas y además la calidad del sonido era brutal por la inversión tecnológica de Canal Sur. Era otro modelo de retransmisión que luego fue asumido por otros medios.

El libro del tangai es un homenaje a ese trabajo de difusión. Y a Cádiz, autores e intérpretes del Carnaval. Nosotros hemos sido simples embajadores, y hemos dejado que Cádiz se cante y se cuente a sí misma. Es cierto que cuando la televisión entra en cualquier cosa la revoluciona y ya nada se parece a lo de antes, pero siempre quisimos sacar a la gente tal y como era, sin trampa ni cartón.

-El Carnaval era una fiesta de consumo interno, con mínimas excepciones históricas, y desde entonces su expansión ha sido abrumadora.

-Es que es un mundo extraordinario de creatividad y talento. Y en ningún otro acontecimiento cultural, ninguna otra fiesta y por supuesto ninguna feria, ha puesto tanto Canal Sur la carne en el asador.

-¿A quién se le ocurre hacer este programa? ¿Y lo de tangai?

-Los responsables de la cadena piden al productor Juan Valentín-Gamazo hacer un programa de verano de Carnaval y lo vimos como una gran oportunidad. No quisimos que sólo fueran resúmenes o reposiciones, sino contar Cádiz de otra manera. Mi obsesión era que una palabra gaditana formara parte del nombre. Ahora es una marca emblemática, bandera del Carnaval, y a cualquier programa que hacemos se le pone el apellido del Tangai.

-El tangai, la 'Nuestra', fue muy positivo para dar un nuevo auge a la fiesta. El Carnaval empezó a ser muy seguido en Andalucía y hasta en rincones alejados de España. Contratos, dinero, prestigio... pero también algunos inconvenientes. Se ha perdido un pellizco de esencia, de frescura y naturalidad.

-El Carnaval estuvo 200 años sin problemas. Y cuando llega la televisión, pues tiene que adaptarse a ella, igual que un poco antes a la radio y ahora lo intenta con los nuevos medios de difusión. La tele fue el primer gran escalón, pero se ha quedado pequeña. Es la base de las imágenes; no obstante, la influencia de youtube, blogs y sobre todo redes sociales es muchísimo mayor.

-Sin duda que ya la tele no manda. La pequeña pantalla se ha quedado muy pequeña.

-La televisión sirvió para la expansión, el conocimiento y la divulgación. Enseñamos el método, y ahora ese método está claramente influido por las redes sociales y la presión a la que se somete a los autores. La gente es 'prosumidora'. Somos consumidores y a la vez productores, generamos información y contenido. Es un mundo gigante e incomprensible. Es inmajenable y afecta a la propia creación del Carnaval. Falta compás en el movimiento, la crítica es demoledora, y veo a la gente arrugada, presionada por lo que dicen otras personas que no tienen de lejos su imaginación o creatividad. Amedranta en el proceso creacional y está afectando, sobre todo en el humor. ¿De qué hablo y de qué no? ¿Dónde meto este chiste, incluso si debo meterlo?

-¿Tanto está afectando?

-Es que aparte la sobreexposición es aterradora. Hace 20 años dábamos la final, algunos resúmenes, y ahora es todo el Concurso, obligando a gente que no es profesional a estar inmersa continuamente en la creación. Está teniendo mucha influencia.

-¿Por qué, tres décadas después, el tangai sigue siendo bandera del Carnaval?

-Creo que la clave ha sido el tono desenfadado y al mismo tiempo ser documental e informativo. Hemos ofrecido una visión de la vida extraordinariamente gaditana, porque el gaditano tiene una actitud vital y alegre. Se siente en un paraíso y quiere disfrutar. Hay gente que no sólo descubrió el Carnaval, sino la ciudad, y eso ha tenido su repercusión turística y hostelera.

-¿Qué le ha quedado por hacer?

-Me hubiera gustado un programa de Carnaval en 'prime time', incluso con un Concurso de autores y componentes, aunque con el temor de que podría influir en el desarrollo del COAC. Da para una serie esto.

-El Carnaval manda en Andalucía y las audiencias, aunque resentidas en los últimos años, obligan a la apuesta de Canal Sur. Sin embargo, resulta extraño que ningún grupo mediático de ámbito nacional haya apostado por él.

-Es una sorpresa para quien lo conoce. Es masivo en Cádiz y en la cuenca del Guadalquivir, en Andalucía occidental. Pero no es masivo en España. Lo ha intentado en su evolución. Ha hecho un arduo proceso de vocalización, la música se ha ralentizado, y aún así desde Madrid hacia arriba te encuentras con quien te dice: «son muy graciosos, pero es que no los entiendo». Las audiencias han ido de más a menos, nos cuesta entrar en la zona oriental (Granada y Almería), pero en aquellos sitios donde haya colonias de andaluces siempre va a tener tirón: de ahí que hayan cantado agrupaciones en la Gran Vía de Madrid, el Liceo de Barcelona o el Palacio Euskalduna de Bilbao.

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