Provincia de Cádiz

Carmen Morales: «En nuestro día a día estamos rodeados de objetos con recubrimiento plástico»

Doctora por la Universidad de Cádiz, la investigadora alerta de la presencia de los microplásticos en nuestro a día y los problemas que pueden ocasionar su ingesta

Carmen Morales, investigadora de la UCA l. v.
Jesús Mejías

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El pasado mes de diciembre un barco, el Toconao, perdía parte de su carga frente a la costa norte de Portugal y días después una marea de pellets de plástico arribaban a las costas gallegas dejando una estampa para el recuerdo, las playas completamente invadidas por estas bolas blancas de tamaño diminuto. Se disparó una alarma social y el pueblo gallego volvía a echarse a la calle para limpiar su litoral, como ya ocurriese con el Prestige en el año 2002. El resto de comunidades autónomas se inquietaron ante la posible llegada de estos microplásticos a la costa. En Cádiz se encontraron algunos pellets en la playa de Bolonia, y se enviaron a analizar ya que era posible de que fueran de un vertido anterior al del buque Toconao. Desde la Junta se mandó un mensaje de tranquilidad a la sociedad. No obstante, los microplásticos y su presencia en el medioambiente han copado los informativos televisivos, los magacines radiofónicos y han llenado páginas de periódicos.

Los microplásticos, como su nombre indica, son partículas de plástico diminutas, producto de la degradación de plásticos de gran tamaño y que son prácticamente imperceptibles para el ojo humano en muchas ocasiones. Los animales, tanto en medios marinos como terrestres lo confunden con comida, provocando daños en su sistema biológico que pueden a llegar a provocar su muerte.

Carmen Morales, Doctora por la Universidad de Cádiz, pertenece al departamento de Biología de la UCA y al Instituto de Investigación Marina y es experta en microplásticos. «Cuando ocurren situaciones como la del vertido de pellets en Galicia, llama la atención mediática», pero afirma que «los microplásticos son un problema que tenemos desde hace tiempo, y no solo ocurre aquí, sino en todo el mundo» y «que está llegando a unos niveles a los que nunca antes se había llegado», por lo que «urge buscar soluciones».

«Los microplásticos tienen la característica de que son pedazos de plástico muy pequeños, y al ser tan pequeños están disponibles para los seres vivos y su ingesta, o pueden darse casos de que también se queden enredados en estos plásticos», apunta. «Una vez que el animal ha quedado atrapado, es posible que deje de hacer funciones vitales que son básicas, y lo mismo cuando se ingiere, que puede llevar a cabo un bloqueo de los conductos digestivos o que no pueda ingerir comida, que se ahoga o que incluso tenga una sensación de saciedad cuando no ha ingerido nutrientes y solo se ha nutrido de plásticos».

Composición de un microplástico

Los microplásticos «están formados por un polímero de base que puede ser el poliestireno por ejemplo» y a esos polímeros «se les añaden proporciones variables de aditivos que le van a dar características especiales al plástico», o dicho con otras palabras «es como una especie de receta a la que se le añaden ingredientes». Estos «aditivos» le otorgan unas cualidades al plástico como pueden ser «la protección ante la luz o para que no cojan un determinado color», y alerta de que «son esos aditivos son los que más nos deben preocupar a nivel toxicológico» ya que «hay productos químicos que pueden ocasionar efectos en el organismo como la alteración hormonal o de las funciones vitales de las células que pueden llevar a una cascada de consecuencias que son complicadas de determinar», pero que sin lugar a dudas «pueden generar toxicidad si hay ciertas concentraciones durante mucho tiempo».

La cantidad de microplásticos que una persona u otro ser vivo puede ingerir a lo largo de su vida es complicado de cuantificar, porque «continuamente estamos incorporando nanoplásticos, que son aún más pequeños y los incorporamos a nuestro organismo vía respiratoria« y además »estamos expuestos completamente a tejidos sintéticos como el plástico que recubre nuestros alimentos«.

«Las cantidades de consumo son variables, pero pensando que ahora mismo están en todas partes, en los sitios más remotos del planeta, podemos incorporarlos constantemente y las concentraciones pueden ser muy variables», señala.

Los microplásticos en nuestro día a día

Muchos de los alimentos que compramos en los supermercados vienen envasados en plástico. «Es difícil saber si a la hora de consumirlo van a tener microplásticos» reconoce la Doctora de la UCA, pero «lo que nos puede preocupar es que el plástico se va degradando con el paso del tiempo y según degrada va soltando pequeños microplásticos o sustancias químicas asociadas», pero de nuevo «saber si el pollo del supermercado vaya a tener microplástico es difícil es determinar».

«La cuestión muchas veces son los aditivos que se usan en esos recubrimientos plásticos, como nos podría acabar afectando a largo plazo, cuando ese plástico se somete al calor, puede liberar ciertas sustancias que nos puedan afectar según avanza la degradación«, aunque »en los últimos años se han mejorado esos aditivos para que sean menos tóxicos, pero a día de hoy no tenemos certeza de que no nos afecte lo que estamos comprando en el supermercado«.

En el día a día estamos rodeados de los microplásticos. «Simplemente con respirar ingerimos pequeñísimas partículas de plástico que están en el aire, que están en todo lo que nos rodea como la fibra de la ropa sintética. Estamos rodeados de elementos como los muebles que desprenden fibras sintéticas». En definitiva, «en nuestro día a día estamos rodeados de objetos con recubrimiento plástico y sus vías de entradas, porque algunas partículas son muy chiquititas y son muy continuadas a lo largo del tiempo».

«Muchas veces solo tenemos que mirar al trasluz y podemos ver esas fibras que están flotando en el aire y que en muchos casos son microplásticos», señala.

Los pellets

Como se escribía al principio, en las costas de Galicia fueron invadidas por los pellets. En palabras de Carmen Morales «son un problema» porque «son sustancias que no deberían estar en nuestro medioambiente y cuando tenemos sustancias sintéticas en nuestro medioambiente y es cuando empieza el problema».

Pellets encontrados en Galicia L. V.

«Las concentraciones que encontramos, que puedan causar daños o no dependen del tiempo que dure esa exposición», asegura.

No obstante, «al final es un problema que es más a nivel global que debemos afrontar a nivel global con muchas medidas porque nos afecta a todos, no es un vertido natural, son todos los vertidos que hacemos en un año al medio natural, que el dato es tremendo».

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