la mirada económica

«Los valores son el mejor modelo de gestión de las empresas familiares»

El consejero delegado de Osborne, Fernando Terry, protagoniza la conferencia de 'La Mirada Económica' de ABC y LA VOZ y expone las claves sobre el crecimiento y la supervivencia de estas compañías

Fernando Terry, consejero delegado de Osborne, en la Mirada Económica de La Voz y ABC Antonio Vázquez

María Almagro

Cádiz

La relevancia que tienen las empresas familiares en el tejido y la evolución, no sólo económica sino también histórica del desarrollo de la sociedad, ha sido el punto de encuentro que este viernes ha centrado 'La Mirada Económica', el ciclo de conferencias de ABC y LA VOZ DE CÁDIZ que tiene como colaborador principal a Caixabank y patrocinan Bayport, edp, Hidralia, Junta de Andalucía y Puerto de la Bahía de Cádiz. Y como protagonista a Fernando Terry, consejero delegado de Osborne, empresa familiar insignia de El Puerto de Santa María.

Antes de la ponencia la primera en tomar la palabra era Yolanda Vera, directora comercial de la red de oficinas de Caixabank en Cádiz y Huelva y agradecía y daba la bienvenida a los asistentes. Vera destacaba la importancia del encuentro 'La mirada económica', que este viernes ha cerrado temporada, por poner «en el foco empresarial y social a la provincia de Cádiz». Y destacaba a la empresa Orbosne, «un caso claro de progreso y evolución, que de hecho este año ha tenido las mayores ventas de los últimos siete. La ventaja competitiva de las empresas son sus valores y eso se hereda al igual que la calidad de su legado. Caixabank quiere apoyar a todo el tejido familiar empresarial como punto de lanza de la comunidad andaluza y su identidad», concluía.

Moreno Bustamante destacó la amplia trayectoria profesional de Fernando Terry que al frente de la compañía ha sabido crear un «gran plan estratégico y ha apostado firmemente por la expansión nacional e internacional», convirtiendo a Osborne en un referente mundial por la elaboración artesanal de productos gourmet y marcas de bebidas y alimentación premium con presencia en más de 50 países.

De esta forma el consejero delegado Fernando Terry comenzaba su exposición poniendo sobre la mesa qué es exactamente una empresa familiar y lo que significa para la economía de una nación. «Es un agente económico fundamental en todas las economías capitalistas gracias a su aportación en empleo y en riqueza al país. En España representan el 88,8 por ciento del total de las empresas», aunque, como matizaba, la mayoría se refiere a autónomos. «La contribución económica se sitúa en torno al 60 por ciento y en empleo contribuyen en un 66 por ciento. Tiene mucha relevancia dentro del tejido empresarial español», incidía.

En este sentido precisaba que el tamaño medio de las empresas familiares españolas es de 4,5 empleados por empresa. Un porcentaje que. como valoraba, es bajo ya que está superado por otros países de Europa como Alemania con un 7,8. «Cuando vamos al total de empresas españolas solo 6,1% son cien por cien familiares. Y si aumenta el número de empleados, esas tipo de compañías van decayendo. Un dato a tener en cuenta para ver que son más pymes que firmas grandes en realidad. La supervivencia de las empresas que llegan a tercera generación son sólo el 6,6 por ciento de ellas», exponía a este respecto.

Sin embargo sí existen casos -como el de Osborne- que persisten y constituyen una entidad de mayor envergadura e incluso que cotizan en el IBEX. «De las empresas cotizadas, un 44 por ciento están controladas por familias», reivindicaba en su exposición.

Valores cualitativos

Y así y tras desgranar algunos datos sobre la valía de estas compañías, Terry aseguraba que «lo más relevante es lo cualitativo. La familia es la que asume el riesgo con el propio ahorro, lo que conlleva también un esfuerzo personal. Además de una obsesión por el legado que también es fundamental en sus características»; y añadía otra clave: «Tiene un modelo de gestión basado en valores, esa diría que es la característica fundamental. En momentos de dudas los valores siempre sirven para revisarlos y tomar las decisiones correctas». Unos valores que en Osborne son los pilares que han forjado lo que hoy es la empresa y que, como recuerdan, son la autenticidad, la maestría, el espíritu visionario y el compromiso.

«Un negocio que sólo gana dinero es pobre. Si uno piensa sólo con ambición no será suficiente para la supervivencia de la empresa»

«Tienen ese grado de maestría, no sólo siente el compromiso con sus empleados sino también con sus clientes y accionistas. Un negocio que sólo gana dinero es un negocio pobre, si uno piensa sólo con la ambición no será suficiente para la supervivencia de esa empresa», exponía Fernando Terry. Además abogaba por otra de las claves que es el compromiso social. Una opción que se materializa también en las fundaciones que se crean. «El 43 por ciento de las empresas familiares tiene una fundación. En Osborne se han formado ya 900 alumnos en nuestra escuela gastronómica, 30.000 horas de formación, alumnos que están en riesgo de exclusión social y que consiguen una formación y una salida».

Además, y ya respondiendo a preguntas del director de LA VOZ y de los asistentes, el consejero delegado también exponía otros factores que cimentan a estas compañías y que forman parte de su propio origen y crecimiento. incluso en momentos de dificultades: «las empresas familiares guardan en su memoria, en su haber, la memoria de los que tuvieron que adaptarse», aunque -como precisó- a pesar de tener esos vínculos personales entre parte de sus empleados, «lo primero es la empresa. Durante el Covid tuvimos que congelar dividendos y hubo una gran respuesta de la familia para congelar esos dividendos... Nuestro abuelo hizo el primer ERE familiar... siempre hay que poner orden aunque sea familia», explicó.

Por otro lado, Fernando Terry apostó por el aprendizaje y el emprendimiento como fórmulas de crecimiento. «Hay que fomentar a los jóvenes que emprendan, y no que el 70 por ciento de los padres recomiende a sus hijos que sean funcionarios, como refleja un estudio. España está exportando talento, por algo será, y eso hará que el futuro sea mejor».

Otra de las claves sobre la que se le cuestionaban era el mundo de la digitalización y la presencia en las redes sociales. En este sentido Terry se mostraba conforme a este nuevo lenguaje de marca y contenido pero con ciertas premisas y sin perder el sentido. «Tenemos más de setenta perfiles en Instagram pero si eso no se traduce en buenos canales y ventas no servirá para nada. Es un medio no un fin. Las ventas on line de las empresas de alimentación suponen entre un 1 y un 2 por ciento, en Osborne supera el 5 por ciento. Tenemos canales digitales que funcionan muy bien pero no hace falta tampoco ser supertecnológico para introducirte en diferentes mercados», manifestaba.

Pero ante todo Fernando Terry apostaba por dos de estas pilares para seguir trabajando la calidad: el origen y la maestría. Un origen que se asienta y sigue intacto en El Puerto de Santa María y que, como aseguró, no se moverá de ahí al formar además parte indisoluble de su imagen de marca. Como el famoso toro que dibujo Manolo Prieto y que se puede ver por toda la red de carreteras de España. El símbolo de la casa y también parte de la historia de la familia Osborne. Y así lo recordaba el propio consejero con una anécdota: «Cuando de pequeño me enteré que mi madre era accionista de la compañía me dio mucha alegría. '¡Mamá, tu eres dueña de los toros!' le dije. Para nosotros el toro es todo un orgullo».

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