Pesadilla en la cocina

«A Alberto, sinceramente, no le hago ni puto caso»: Chicote no da crédito con los malos modos de un hostelero

El chef se trasladó a la localidad madrileña de Humanes para ayudar a reflotar 'La Fortaleza', un restaurante especializado en carnes

Alberto Chicote en 'La Fortaleza' La Sexta

María Robert

Como cada jueves, Alberto Chicote acudió este 9 de febrero a la llamada de socorro de un hostelero en la nueva entrega de 'Pesadilla en la cocina'   . El chef se desplazó hasta la localidad madrileña de Humanes para ayudar a Óscar a reflotar 'La Fortaleza', un restaurante de carnes denominado erróneamente cervecería. Chicote descubrió que el problema del empresario no era ni la falta de vocación, ni tampoco la experiencia, sino que lamentablemente el negocio arrastraba las consecuencias de la pandemia en forma de deudas y falta de clientes.

Con los ahorros de sus padres, Óscar abrió 'La Fortaleza' en 2019 cumpliendo un sueño. En sus inicios trabajaron para él 14 empleados, que tras la crisis se han visto reducido a dos. Las primeras tomas de contacto le bastaron a Alberto Chicote para descubrir el tridente de factores que ponían en riesgo la buena marcha del restaurante: mala gestión, falta de organización y un propietario que maneja el cotarro con muy malos modos.

Los nervios de Óscar pasan factura al servicio

En la primera toma de contacto con la nueva misión, Chicote probó la carta. A la carne le dio el aprobado, pero se echó las manos a la cabeza al enterarse que lo que vendían como croquetas caseras, no lo eran. «Eso de ponerle apellidos a los productos que no les corresponde es engañar al cliente. Si no lo haces tú, no es casero», apostilló. Lo mismo que con el bacalao a la bilbaína. «¿Con vinagre de módena es la salsa a la bilbaína? Te van a coger en Bilbao y te van a echar a la ría».

Tras catar la carta, Chicote presenció el primer servicio en ' La Fortaleza'. Pero el descontrol que manejaba el dueño, sobrepasado por la situación, mermó la calidad del servicio. Y mientras tanto, Chicote quedó completamente descolocado con las malas formas de Óscar , quien pese a todo, se negó a asumir que su sistema de organización no funcionaba.

«A Alberto, sinceramente, no le hago ni puto caso», admitió el hostelero. Haciendo caso omiso, pretendió seguir adelante con las comandas hasta acabar con el trabajo. Sin embargo, hartos de esperar, algunos comensales abandonaron el restaurante sin comer. «Esto ha sido un servicio malo de cojones», sentenció el presentador de 'Pesadilla en la cocina' .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación