'MasterChef Junior 9’: niños prodigio, pero corrientes

TVE emite el segundo programa de la nueva temporada del ‘talent’ de cocina infantil

Masterchef Junior RTVE

María Robert

‘MasterChef Junior 9’ is different . No porque no sean los mini aspirantes unos fenómenos en la cocina, ni les falte carisma o personalidades arrolladoras, sino porque, pese a todas esas cualidades indispensables para dar juego en el ‘talent’ de cocina, se comportan como lo que son, es decir, niños. «De mayor quiero ser médica para que ningún niño se quede sin papá», se presentaba en el primer programa la pequeña Alexia , de ocho años, cuyo padre falleció cuando ella tenía cuatro. Esta niña tan mona no es un rara avis entre sus compañeros, como sí lo fueron en su día Henar, Jefferson o Albert , que compitieron rodeados de adultos en miniatura.

No hay formato televisivo que soporte casi 24 temporadas en antena libre de críticas; en el caso de la versión infantil de ‘MasterChef’, sin embargo, se viene escuchando la misma canción cada vez que inaugura edición: ¿por qué tan repelentes? ¿Desde cuándo los niños normales saben pronunciar ‘esferificación’ (mucho menos elaborarlas), hablan cinco idiomas o tocan siete instrumentos? Menudo estrés.

A la novena va la vencida, y parece ser que al fin han tomado nota de las quejas de la audiencia, seleccionando, para variar, a críos que despiertan ternura y no instintos de renunciar a tener hijos. Vale que en ‘MasterChef Junior 9’ Ariel apunta maneras de señora de 70 años en el cuerpo de una niña de 12 , pero no es la tónica general. La mayoría del tiempo se comportan como peques naturales y espontáneos cuyas ganas de aprender son ejemplares. Además, afrontan el concurso con la candidez propia de sus tiernas edades.

Una prueba para hacerse la boca agua

Como demostraron en el estreno, los doce minichefs elegidos afrontan la aventura con muchas ganas de jugar y divertirse, aparte de resaltar sus habilidades culinarias. Aunque no fue suficiente para Sara, Rubén y Marcos, los tres aspirantes que tuvieron que despedirse de las cocinas. Los otros nueve, por su parte, continúan al pie del cañón en el segundo programa. Con el aliciente de que en la primera prueba les acompaña una de las estrellas del ‘celebrity’, Josie . El diseñador, con el desparpajo y el estilo que le caracteriza, capitanea tres equipos en el reto de elaborar, en 45 minutos, el mayor número posible de copas de postre de chocolate con bizcocho, crema de avellanas y cacao, crujiente de galleta, nata montada y frutas (kiwi, el equipo verde; con mango el equipo naranja; y fresa, el rojo).

Escaqueándose a ratos de su tarea de director de orquesta, el tercer clasificado de ‘MasterChef Celebrity 5’ encuentra una compañera de tertulia perfecta en Ariel, quien le cuenta que su personaje histórico favorito es Luis XIV. Como a ella, al Rey Sol, «le gustaba el teatro y me gusta que trasladase su corte a Versalles». Entre conversaciones sobre María Antonieta y Bertin Osborne se les va el santo al cielo.

La falta de organización del equipo verde les pasa factura; solo 60 copas reciben el visto bueno de los jueces, y con muchos peros, así que sus integrantes solo reciben un punto. A medio camino, con tres puntos, se queda el equipo naranja, puesto que el resultado de sus 84 es bastante irregular.

No es extraño que gane la prueba el equipo rojo, el único que trabaja por su cuenta. Carla, Isabel y Olivia sobresalen por su organización y por sus 86 raciones ricas y bien presentadas. «En un catering podríamos dar ese postre tranquilamente», las felicita Pepe Rodríguez. Josie también se queda boquiabierto. «Cuando he visto que habéis nacido en un obrador, me he ido. Porque esto no es normal. Habéis hecho muy buen trabajo ». Isabel, la mejor del reto se lleva, además de 6 puntos para sumar a su marcador, entradas para el musical de ‘El Rey León’.

Cocinando para leyendas del tenis

La cosa se complica para los peques en la prueba de exteriores, en la que los aspirantes viajan hasta Villena, una pequeña ciudad de Alicante donde se localiza una de las mejores academias de tenis de toda Europa. Juan Carlos Ferrero fue el primero en elegir estas pistas para formarse y, desde entonces, niños de todo el mundo acuden para sacar su máximo potencial, como Pablo Carreño, medalla de bronce en los últimos Juegos Olímpicos, y Carlos Alcaraz, el nuevo prodigio de este deporte. En este centro de alto rendimiento, los equipos preparan un menú saludable y energético que degustan 80 alumnos y profesores de la academia.

A Guillem le toca el premio gordo de afrontar una doble capitanía: Carla, Abril, Pablo e Isabel en el equipo rojo elaboran rape asado con verdura y galleta en forma de raqueta; a Olivia, Alexia, Ariel y Gonzalo, en el azul, les toca ceviche y pavo en salsa de turrón. Si dirigir una cocina es complicado, dos a la vez resulta una odisea para el aspirante catalán. «¡No puedo más, no puedo más! Todo el mundo me está gritando todo el rato… ¡Qué pesadilla!».

El desorden les juega una mala pasada los azules, y eso que empiezan dando su triunfo por sentado. «Si Isabel y yo nos organizamos bien... somos una excavadora potente», presume Carla. Equivocarse les sirve de lección. «Os habéis confiado demasiado. Para alcanzar la victoria, por más que uno sea bueno, si uno no se esfuerza jamas tendrá un resultado brillante», reprueba Jordi Cruz.

En cambio, los rojos avanzan lentos, aunque concentrados. «Os habéis lucido en la pista como los grandes campeones. Habéis demostrado que no hay ni fuertes ni débiles, ni grandes ni pequeños», destacan los jueces.

En cuanto al capitán, liderar a la vez dos cocinas es como un 'Grand Slam’, pero demuestra «tener madera de campeón». Su esfuerzo en los fogones tiene recompensa: siete puntos que añade a su recuento.

Los primeros semifinalistas

De vuelta al plató, el pequeño futbolista gracias a esos puntos se asegura una semana más la permanencia en el programa. Olivia y él lideran la clasificación, lo que les sirve para colarse directamente en la semifinal.

En las cocinas, los demás aspirantes reciben las enseñanzas de Ana Iglesias, ganadora de ‘MasterChef 8’ sobre la importancia de llevar una dieta equilibrada y cómo diseñar una comida o una cena completa siguiendo las pautas del «plato para comer saludable» o «el plato Harvard». Algunos, como Pablo, aprenden rapidísimo. «A mí antes no me gustaba comer saludable, pero desde que he empezado a ver ‘Masterchef’ ya tomo más frutas y verduras».

Para las creaciones con las que se juegan la expulsión seleccionan los ingredientes de tres cajas misteriosas gigantes llenas de frutas y hortalizas, cereales y tubérculos, y proteínas de origen animal y vegetal.

Los pequeños chefs demuestran más maña con la cocina saludable que con los postres. Abril, la mejor de la prueba, deslumbra a los jueces y a la invitada con un plato que lo tiene todo: equilibrado, rico, saludable y sabor. Incluso valoran la estética, cuidada con esmero por una cuestión de lógica aplastante. «Si tú ves algo que parece una caca dices ‘esto no me lo como’».

De aprendizajes para la vida va la noche. Ariel se queda corta de verduras en su plato, pero no se viene abajo en su objetivo de llevar a la final. Tiene claro que «una montaña se escala desde el pie de la montaña hasta la cima, no al revés». Tampoco era el día de Isabel, si bien se lleva a casa la s más importante. «Mi padre siempre me ha dicho que mi abuelo vivió muchos años porque comía súper sano y hacía mucho deporte».

Repartidos los puntos (1 para Isabel y Pablo; 2 para Ariel; 3 de Alexia; 4, Carla; 5, Gonzalo; y los 6 de Abril), se acaba la aventura para Isabel y Pablo y Abril. Eso sí, se van contentos, enseñándoles a los adultos que hay que ponerle al mal tiempo buena cara .

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