La cruzada del Nuevo Hollywood contra Marvel: «Las películas de superhéroes no son cine»
Martin Scorsese, en el Festival de Roma para presentar «El irlandés», reitera sus críticas hacia las películas «parque temático» de cómics y superhéroes
Hace medio siglo, el cine norteamericano vivió una verdadera revolución. Influidos por el neorrealismo italiano y la Nouvelle Vague francesa –que curiosamente había virado la mirada cinematográfica de Europa hacia América–, un grupo de cineastas concibió un nuevo modo de hacer películas, con temas mucho menos confortables para el público y resultados más apoyados en las decisiones del director-autor que en las del estudio, es decir, el productor. A esa oleada de cambios se le denominó «nuevo Hollywood», y sus máximos exponentes fueron Steven Spielberg, George Lucas, Francis Ford Coppola o Martin Scorsese. Cincuenta años después, la mayor parte de estos directores continúan en activo. Y en las últimas semanas parecen estar demostrando una actitud unánime de rebeldía hacia ciertas corrientes dominantes en el Hollywood del siglo XXI: Spielberg mantiene una cruzada pública contra Netflix; y Scorsese, recientemente secundado por Francis Ford Coppola, contra las franquicias de superhéroes.
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Martin Scorsese
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El director de «Taxi Driver» o «Toro salvaje» se encuentra en plena gira de promoción. Su nueva película se llama «El irlandés» , e irónicamente trata sobre la melancolía y los efectos del paso del tiempo. A principios de octubre, en una entrevista con la revista «Empire», el cineasta arremetió contra las películas basadas en los cómics de Marvel; la semana pasada, en el Festival de Londres, las calificó de «parques temáticos»; ayer, durante la última gran presentación de su cinta en el Festival de Roma, fue un poco más allá: «Espero que los cines apoyen el cine narrativo. Como el que hago yo, o Noah Baumbach, o Wes Anderson. Ahora mismo parece que solo estén apoyando esas películas “parque de atracciones”, las películas de cómics, que están invadiendo las salas. Y pueden proyectarlas, está bien, pero creo que ese tipo de películas no se pueden convertir en lo que nuestros jóvenes conozcan como “cine”. No deberían», decía entre aplausos.
La cruzada contra Marvel, que sitúa fuera de lo cinematográfico una saga de películas que ha recaudado cientos de millones de euros en todo el mundo, recibió el pasado fin de semana el apoyo de Francis Ford Coppola. En el Festival Lumière, donde recibía un premio honorífico, el artífice de «El padrino» aseguraba que Scorsese había sido muy benévolo con sus palabras, que a él las cintas de Marvel le parecen «despreciables». El universo artístico conocido como MCU ha salido en tromba a censurar a Scorsese o a Coppola. Con respeto reverencial hacia sus trayectorias por parte de quienes respondían, ambos popes del cine han recibido los dardos de Robert Downey Jr. –conocido por su papel de Iron Man– o del director James Gunn, responsable de «Guardianes de la Galaxia». «Scorsese es uno de mis cinco cineastas vivos favoritos», ha dicho en Instagram. «Me enfureció que la gente linchara “La última tentación de Cristo” sin verla. Me entristece que él ahora juzgue mis películas de la misma manera».
«El irlandés» es el proyecto que ha reunido a Robert de Niro y a Martin Scorsese después de 23 años . La última vez que trabajaron juntos fue en «Casino» (1995), y desde entonces han estado buscando el proyecto adecuado para reencontrarse. «Íbamos a hacer otra película, pero "Bob" [De Niro] leyó el libro “I heard you paint houses”, de Charles Brandt, y cuando me hablaba del personaje lo hacía de una forma muy emocional», decía el director. Por eso supo que ese era el proyecto adecuado, para el que confió en la técnica del rejuvenecimiento digital, lo que le permitió rodar toda la película con De Niro, Al Pacino y Joe Pesci: «Queríamos hacer una película con nuestros amigos , no con actores jóvenes durante la mitad del rodaje».
Un cineasta sin tiempo
Scorsese, en la misma comparecencia, tras explicar cómo surgió el proyecto de «El irlandés» , confrontaba una pregunta sobre la ausencia de grandes personajes protagonistas femeninos en su filmografía. Y lo hacía con cierta irritación. «No me vale ese punto de vista. ¿Se supone que debo hacer historias de mujeres? No, si la historia no lo pide. Si la historia pide una protagonista, ¿por qué no? ¿“Alicia ya no vive aquí”? ¿“La edad de la inocencia”? ¿“Casino”? ¡Sharon Stone está estupenda! No las tienen en cuenta. ¡Dicen que en mis películas solo hay hombres! ¡Por supuesto que me gustaría hacer historias de mujeres! Pero tengo 76 años, ¿de dónde voy a sacar el tiempo? Ya no tengo tiempo… ». De nuevo el tiempo. El tiempo que ha pasado para todos, también para el viejo Nuevo Hollywood.
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