Un comensal de 'First Dates' se atreve a confesar su afición más peculiar para conquistar a su cita

Kevin, un joven polifacético y 'disneyfilo', ha conectado muy bien con Melodía en su cena en el restaurante del amor

Kevin y Melodía en 'First Dates' Cuatro

María Robert

Kevin (28) tiene una personalidad polifacética y activa. Es jefe de marketing, entrenador de pádel, practica varios deportes, le encanta viajar… Pero por encima de todo eso destaca una gran pasión: Disney. «Me gustaría visitar los seis parques que hay en el mundo. Soy un friki de los grandes; de hecho, me gusta disfrazarme de princesa en unos eventos que hay para correr por dentro de los parques», relató este joven al presentarse en el restaurante de ‘First Dates’ . Es más, no solo le gusta meterse en la piel de Elsa, Jasmine, Aurora o Cenicienta, también sueña con una boda de cuento en la que esté presente toda la magia propia de la emblemática factoría.

El barcelonés lleva cuatro años soltero, tiempo en el que ha estado intentando conocerse a sí mismo. Ese es el motivo de que hasta ahora no hubiese encontrado el amor. Sin embargo, este lunes 25 de julio Carlos Sobera le organizó una cita con «toda una princesa Disney » por si surgía la chispa. La chica en cuestión se llama Melodía (28), reside en Alicante y es auxiliar administrativa en un hospital.

Una pasión compartida

Y aunque en un principio Kevin no le entró por los ojos, acabó por sucumbir a sus encantos, empezado por su manifiesto entusiasmo al hablar de todo el universo Disney . «Me ha hecho gracia, pues quiere decir que es un nombre que tiene un niño dentro. Eso me gusta, me ha parecido fantástico», admitió detrás de cámara.

También les unió su afición compartida por el deporte, como resaltó el soltero. «El hecho de que le guste salir a correr, para mí, es importantísimo. Es un estilo de vida que practico desde hace bastantes años y no concibo mi vida sin eso». Además de un similar espíritu viajero. «He estado en 26 países», presumió el barcelonés para asombro de su cita.

De manera que la velada fluyó en buena sintonía, descubriendo aficiones compartidas y gustos parecidos. Así, al final ambos estaban seguros de querer repetir en una segunda cita para seguir conociéndose. E incluso dejaron en el aire la promesa implícita de visitar París y su icónico parque temático si lo suyo atracaba en buen puerto. «Queda vivir nuestra propia película Disney . Siempre podemos ir a ‘un mundo ideal’».

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