«"Vikingos" perdurará más que "Juego de tronos"»
TNT España estrena este fin de semana los últimos diez episodios de la serie histórica
ABC entrevista a su creador y único guionista Michael Hirst sobre la segunda parte de la sexta y final temporada
Este sí, este no, este me lo como yo. Como creador y único guionista de «Vikingos» , Michael Hirst (Reino Unido, 1952) tiene la patria potestad de matar cuándo y cómo quiera a los protagonistas de esta serie original de Canal Historia que aquí emite TNT España ; también de salvarlos. La segunda parte de la sexta y última temporada se estrena este fin de semana por la tarde: cinco episodios, el sábado 2 de enero y los otros cinco, el domingo 3. Tiene algo de catarsis matar sobre el papel, reconoce Hirst por videollamada a ABC. «Fue un proceso horrible, pero muy emotivo. He vivido con la serie durante siete años, día y noche. No entendía mi cansancio porque lo disfrutaba tanto. La he vivido, la he soñado...», rememora.
Siempre supo cómo arribaría, pero no si a buen puerto: «La mayoría de las series son canceladas tras una temporada. Acabar con seis temporadas y 89 episodios es extraordinario. Siempre supe hacia dónde iba, pero no el nudo», comenta riéndose. Por eso se tomó la licencia de adelantar varios años el asedio de París liderado por Ragnar Lothbrok ( Travis Fimmel , ahora en «Raised by Wolves» ): «Cuando leí sobre ello, me voló la cabeza. ¡Los vikingos habían atacado París con cientos de barcos! ¿Qué son quince años en el siglo ocho? Nada». Se trata, en efecto, de una producción de otra era y no solo por su ambientación: «Ahora hay más prisas».
El también guionista de «Los Tudor» (y «Camelot» , ups ) escribía hasta la noche la mayoría de los días para alcanzar un final que satisficiera a los seguidores: «Hay algunas series, y todos sabemos cuáles son, cuyos finales son insatisfactorios porque la gente se peleó por cómo debían acabar». La complacencia de emisor y receptor no significa que el desenlace sea feliz, pero tampoco trágico: «Tiene un poquito de ambos. Es ambiguo porque hay varias tramas y terminan de manera diferente». Una de ellas será la redención del sádico personaje de Ivar sin Huesos ( Alex Høgh Andersen ).
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Vikingos
Hirst se considera un afortunado, pues el único con quien discutía el argumento era consigo mismo. Después lo hablaba con los intérpretes, normalmente «satisfechos con su salida». Con el personaje de Lagertha ( Katheryn Winnick ), hicieron todas las virguerías posibles. «Intentó "jubilarse" y no la dejaron; así que la única manera de irse era muriendo», comenta sobre uno de los momentos clave de la primera parte de la sexta temporada.
También ha salvado a personajes que tenía pensado matar como Harald I de Noruega . Por dos motivos: la brillantez de su actor, Peter Franzén , y ser uno de los pocos personajes con humor porque «Vikingos» también necesitaba cierta levedad. «Incluso en los peores momentos, él podía decir algo ingenioso e irónico. Planeé matarlo dos veces; le dije que iba a morir y luego que estaba a salvo. Hay otro par de personajes que iban a morir y salvé para una mejor o posterior muerte. Pero no fue algo cínico; solo les mato cuando siento que les he sacado el mayor jugo posible», defiende.
Estos «secretos» (o «sufrimientos») se los confiaba a su mujer, pero no a sus dos hijas que han aparecido en la ficción: «Siempre querían saber qué les pasaría a sus personajes. No es bueno para un actor saber qué le va a pasar a su personaje dentro de mucho [tiempo] porque empiezan a elucubrar en su cabeza… Debe ser algo fresco. Cuando llegan al plató, tiene que ser real para ellos porque se supone que es en tiempo real».
Hirst pasa olímpicamente de los comentarios que señalan los gazapos . Aunque la mayoría fueran buenos, él se acordaría del único negativo. Jura haber sido lo más fiel posible gracias a su asesor histórico, Justin Pollard , juez y árbitro que impedía el ridículo. El veterano guionista está orgulloso: «Hemos resucitado cinco lenguas muertas como el fráncico. Están basados en personajes históricos, pero son los años oscuros; solo los enemigos y los monacatos cristianos escribieron sobre ellos. Mucho es especulación, así que me dio la oportunidad y libertad para inventar tramas».
«Odio la fantasía»
La sala más grande de la convención Comic-Con era para «Vikingos». «Éramos nosotros quienes la llenábamos», presume su creador. Nunca le pareció acertada la comparación con «Juego de tronos» : «Son tan diferentes. "Juego de tronos" es fantasía y yo odio la fantasía porque puede pasar cualquier cosa; no puede ser [algo] auténtico, real. Los muertos resucitan, los dragones pueden volar… Me gusta la Historia, la investigación… Muchos de nosotros llevamos el ADN de los vikingos en el presente». Así que le alegró leer hace tiempo que «Vikingos» era la serie más importante en el mundo tras «The walking dead» . Ahí va su hachazo: «Era vista en más territorios que "Juego de tronos" y personalmente creo que perdurará más».
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