'El tiempo que te doy' o cómo superar el duelo por una ruptura

Nadia de Santiago crea, escribe y protagoniza la primera serie de formarto corto de Netflix en España

Nadia de Santiago y Álvaro Cervantes en 'El tiempo que te doy' Netflix España / Video: Nadia de Santiago protagoniza 'El tiempo que te doy' - EUROPA PRESS
Lucía M. Cabanelas

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Nadia de Santiago era una de ‘Las chicas del cable’ cuando Netflix pensó en ella para dar un paso más. La actriz, que lleva toda la vida delante de las cámaras, aceptó ponerse detrás e ideó, junto a Pablo Santidrián e Inés Pintor, un formato innovador para ‘El tiempo que te doy’, la primera serie corta de la compañía en España, que se estrenó hoy en la plataforma. «No era muy consciente, pero he ido dando pasos que iban encaminados hacia esto. Hace años me pedí por Reyes una cámara de vídeo y me gustaba montar obras de teatro con mis primas, dirigirlas. Me llama la atención mirar a través de la cámara, me gusta mucho lo estético », reconoce la actriz, que asegura necesitar «todo lo que sea expresión» en su vida, independientemente de la disciplina.

Menos le gustan las despedidas, aunque a quién no le cuesta decir adiós. No hay fórmula mágica para reponerse a una ruptura, pero ‘El tiempo que te doy’ coge hilo y aguja para remendar un corazón roto. Y el mejor parche para el dolor termina siendo el tiempo, precisamente lo que menos sobra en la miniserie.

«Cada día pensaré un minuto menos en él y así será un minuto menos de tristeza», plantea su personaje. Dicho y hecho. Le bastaron diez capítulos de 11 minutos para exprimir las diferentes fases de una ruptura, la de Nico ( Álvaro Cervantes ) y Nina (De Santiago) , en un viaje temporal que empieza con un minuto en el presente y diez en el pasado y va reduciendo los instantes dedicados al recuerdo de esa relación. «Tiene algo muy atmosférico y sensorial. Cada detalle cuenta. Esas pildoritas demuestran que los recuerdos siempre son fragmentados y subjetivos», reflexiona Cervantes.

Apoyándose en emociones personales pero ficcionadas, la actriz, que también coescribe el guión de la miniserie, admite que le «obsesiona» cómo funcionan las relaciones humanas. Como en un duelo, se pasa del ‘shock’ a la negación, a la ira, al autoengaño, a la depresión y a la aceptación. « Amar y ser amado es universal y también hay pérdida ahí», reflexiona ella. Coincide Álvaro de Cervantes, consciente de que quizás era más difícil que una serie tan original surgiera de un momento feliz: «La crisis y el dolor entrañan conflicto y el conflicto es esencial para una historia» .

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