«Las televisiones no se dieron cuenta de que la ficción nacional era un filón hasta "Médico de familia"»
«Periodistas» y «Compañeros» son algunas de las ficciones noventeras que permitieron a sus jóvenes guionistas ensayar y errar
Un espectador de «Periodistas» se quejó por carta de que una de sus actrices, Esther Arroyo , no vocalizaba; otro, de que todos los malos de «El comisario» tenían apellidos gallegos. En «Periodistas», la primera vez que llamaron al despacho a sus guionistas fue por una trama sobre drogas blancas. Telecinco pidió que se le diera una vuelta a «El comisario» porque a los padres no les gustaba verla con los niños.
«No había que expulsar a nadie del sofá», recordó el guionista Ignacio del Moral durante la mesa redonda sobre series clásicas organizada por el sindicato ALMA . Telecinco también pidió que la imagen de «Médico de familia» fuera más blanca. Literalmente. Y en «Todos los hombres sois iguales» , sus personajes homosexuales, unos camareros, solo podían besarse fuera de cámara, o sea, debajo de la barra del bar. A la guionista Yolanda García Serrano ( «HIT» ) hasta le pidieron, para otro título, incluir un personaje andaluz porque les veían menos en Andalucía.
Eran otros tiempos, los noventa, sin redes sociales, con jefes que sabían poco o nada sobre ficción y con dos máximas: que las viesen abuelos, padres e hijos, todos juntos, y que durasen muchas temporadas; nada de ambiciosas pero insostenibles premisas. «Ahora la interlocución es más profesional; antes no los respetaba, ni ellos a mí. Su único argumento es que mandaban y pagaban; se movían por el miedo. Era gente conservadora y asustada», recordó del Moral, guionista de «Farmacia de guardia» y ahora en «Cuéntame» .
Pero también era más fácil hacerse con la suya y negociar con los ejecutivos de las cadenas de televisión. «Tenían menos idea que nosotros; ahora te analizan los guiones», añadió Manuel Valdivia, que capitaneó «Médico de familia». A su protagonista, Emilio Aragón , hubo que convencerle poco a poco de que tenía que ser menos sitcom americana («Yo quiero hacer Bill Cosby ») y más «La gran familia», o sea, real. «Me permitió evolucionar y hacer mejores series. Por las que más nos recuerdan son peores que las que hicimos después, que veían menos», comentó Valdivia. Él saltó después a «Compañeros» –que estuvo a punto de ser cancelada tras su primer año–, «Policías» –donde pudieron hacer «barbaridades»– y «Punta Escarlata ».
Concesiones se siguen haciendo, por mucho Netflix o Amazon . «Menos obvias», puntualizó Felipe Mellizo («Periodistas»). Las plataformas se involucran más que las cadenas en la historia desde el principio; hay excepciones como Sonia Martínez (Atresmedia). «Los guiones van a Inglaterra o Estados Unidos y te manda correciones un equipo que no conoces», desveló Mellizo. Hay más filtros, pero ahora son los propios creadores y guionistas quienes, por fin, van a las reuniones.
Pero antes de la televisión privada, ya hubo gente como Ana Diosdado («Anillos de oro»), Víctor Ruiz Iriarte , Pedro Masó («Brigada central»), Antonio Mercero … «Tuvimos la oportunidad de ensayo y error. Todo estaba por hacer», contó Pilar Nadal («Periodistas»), que tenía 25 años cuando entró a la productora Globomedia y aún se miraba mucho a las producciones estadounidenses como las de Steven Bochco . Ella es la creadora de «Parot» , nueva serie de TVE.
La ficción, un filón
«Las televisiones no se dieron cuenta de que la ficción nacional era un filón hasta "Médico de familia"», sostuvo Manuel Valdivia. Porque hubo una época en que las series eran el pilar de su programación y en el caso de Telecinco, con Maurizio Carlotti , fue un punto y aparte de las Mama Chicho .
«Ahora hay más presión por las audiencias porque la tarta se divide más y todo el mundo quiere su trozo. Antes, era pasárselo bien y que gustara a la gente», terció Yolanda García Serrano. Ella no echa de menos aquel tipo de ficción; Manuel Valdivia sí: «Hay que ser tan especiales que estamos haciendo cosas… Cada vez veo menos series que me emocionan. "Patria" y "Antidisturbios" sí me representan. ¿Se ha recogido lo que está pasando en la calle en la ficción? Hay que recuperar que hablemos de nosotros».
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