Televisiones privadas: desde 1990, lo peor y lo mejor

Treinta años después del nacimiento de las cadenas privadas, la historia de Telecinco y Antena 3 demuestra a través de sus programas, algunos felizmente olvidados, que han sido capaces de todo

Médico de familia Telecinco
Rosa Belmonte

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hace semanas triunfó en Mediaset «La isla de las tentaciones». Cualquiera con memoria sabía que ese programa lo había visto antes. Jo, tía, Nube, esto es como «Confianza ciega», reality emitido por Antena 3 y presentado por Francine Gálvez en 2002. Se trataba de llevar a los concursantes (parejas) a un lugar idílico y probar su fidelidad. Como «La isla de las tentaciones» , era grabado y tenía un debate que llegó al 50% de share (el programa, unos tres millones y pico de espectadores). Una temporada y un oasis en el negociado de los realities de la cadena (vamos a no acordarnos de «El bus» o «Escuela de actores») porque ha sido Telecinco la que siempre ha llevado la delantera, con «Gran Hermano» a la cabeza . Ha sido la cadena con más ediciones del mundo (ahora están placidomingueando) desde su estreno en abril del año 2000 (un 51,2% de cuota y 70,8% la final). Cifras de ciencia ficción. Como las de «Médico de familia» (1995) en Telecinco. Nueve temporadas con una media de 7.524.000 espectadores (43,1%). Llegó a tener nueve millones y medio de espectadores. Pero es «Farmacia de guardia» (1991) en Antena 3 la más vista, con una audiencia media del 48%. El capítulo final, emitido el 28 de diciembre de 1995, tuvo un 62,8% de cuota y 11.527.000 espectadores (el minuto de oro, 13.850. 000).

Claro que los primeros años de Antena 3 y de Telecinco sacan los colores. Con las Cacao Maravillao, las Mama Chicho o las chicas Chin-Chin del «Ay, qué calor» de Luis Cantero. Pero daba más vergüenza «Goles son amores», resumen futbolístico con Manolo Escobar, también en Telecinco. Por no hablar de «Confesiones», en Antena 3. Por suerte, el mismo año, 1994, fue el de «El coraje de vivir», incunable donde Lola Flores contaba su vida. Sí que eran cuatro palos, una caña y pensamos cómo habría sido con un documentalista de los de ahora, pero con Lola Flores cualquier cosa es grande.

Treinta años han pasado desde que el Gobierno de Felipe González concediera tres licencias de televisión, una de pago (Canal +) y dos en abierto (Antena 3 y Telecinco). En treinta años hemos visto lo mejor y lo peor. Y a veces el mismo programa en las dos («La ruleta de la fortuna», «Pasapalabra», «La Voz») . Antena 3 tuvo en 1990 un 9,1% de cuota de pantalla. En 1994 se convirtió, con un 25,7% de cuota, en la primera televisión privada líder de audiencia en España. Telecinco tendría que esperar. Antena 3 también fue la primera en emitir, en 1993, un debate electoral entre dos candidatos a presidente del Gobierno, González y Aznar.

Formatos a rescatar

A la vez, estos años han sido de buena televisión (alguna comprada, como «Twin Peaks»). Una televisión sigue emitiéndose. Otra se echa de menos. En Antena 3, «Homo Zapping», recreaciones que no se ha superado (salvo por Joaquín Reyes). Aunque picaban de todo, ¿qué habría sido de «Homo Zapping» sin las historias de «El diario de Patricia»? En Telecinco sigue «Sálvame» , la televisión más creativa, con sus momentos memorables, con sus altibajos. Pero «Sálvame» nunca ha sido «Aquí hay tomate» ni «Esta noche cruzamos el Misisipi». Ha sido otra cosa. No tomarse en serio y hacer un reality de sí mismo. Hay que recordar «Crónicas marcianas», de Javier Sardá, otra creación nacional. De alguna manera cambió la televisión en España y acabó su octava temporada con un 29,4% de share (sólo Pepe Navarro le superó algunas semanas). También habría que rescatar «Sorpresa, sorpresa» (1996) en Antena 3, donde Isabel Gemio bajaba las escaleras como Gloria Swanson en «El crepúsculo de los dioses» (Concha Velasco, con más razones, no lo haría). Giorgo Aresu trajo a España un formato italiano que mantuvo una media de tres millones de espectadores. Un despliegue de medios técnicos para sorprender al espectador o a una joven que cantó en el escenario «I will always love you» con Whitney Houston. «Televisión emoción». Televisión leyenda urbana por lo de la mermelada y Ricky Martin. Otro formato importado fue el de «Caiga quien caiga» por Telecinco. Demostró que se puede hacer estrella a una política (Esperanza Aguirre) aunque vayas a pillarla.

En Telecinco, «Gran Hermano» dio lugar «Gran Hermano VIP» , que se emitió por primera vez en 2004 y en 2005, pero hubo un hueco hasta 2015, el año de Belén Esteban. La obligaron pero cumplió. Ganó y proporcionó memes de aquí a 20 años. Belén Esteban se consolidó en «El programa de Ana Rosa» (otra fuente para «Homo Zapping») pero creció en «Sálvame». Y, aunque nunca fue poseída por Cyd Charisse, también ganó «Más que baile» (más Telecinco). Edurne bailaba mejor, ¿pero a quién le importaba?. El chachachá en pantalla partida con las dos bailando fue lo mejor/peor de la tele espectáculo en mucho tiempo. En la historia de las privadas, a veces lo peor ha sido lo mejor, como «Hotel Glam». ¿Televisión basura? Ya lo dijeron Yola Berrocal y Malena Gracia cuando se sintieron aludidas. «Señor Aznar, no somos telebasura. Somos personas que enseñamos cosas. Hemos pintado camisetas, tocado las castañuelas», empezaba Yola. Malena: «Y somos católicas: hay que creer en Dios. Dios existe y está con nosotros. Yo en mi habitación tengo un crucifijo que era de mi abuela». Y ahora está Estefaníiiiiiiiia (marca registrada). No sé si nos acordaremos tanto de ella como de Malena y Yola.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación