«Tengan cuidado ahí fuera» y otros hitos de «Canción triste de Hill Street»
La serie de Stephen Bochco, fallecido a los 74 años, abrió el camino a la televisión moderna
«Let's be careful out there». «Tengan cuidado ahí fuera» . Durante siete años, entre 1981 y 1987, el sargento Esterhaus, interpretado por Michael Conrad , pronunció cada semana la frase por la que se recuerda la serie «Canción triste de Hill Street», la más exitosa de las producciones de Steven Bochco, fallecido a los 74 años . Bochco creó la serie con Michael Kozoll , conocido también por «Acorralado» y «McCloud». La advertencia sobre los peligros que acechaban a los personajes fue también una de las mejores frases para identificar de golpe una serie, una especie de sello de denominación de origen, en este caso sinónimo de calidad.
«Hill Street Blues» es un título capital en la historia de la televisión. En su momento fue la gran apuesta de la NBC para minar el dominio de la CBS, que triunfaba con «Dallas» y «Falcon Crest». Para ello fue necesario que a la primera llegara Brandon Tartikoff , el presidente más joven de la historia de la cadena, con 31 años.
Su plan no tuvo la acogida esperada, aunque tiene el meritorio récord de lograr 21 nominaciones a los premios Emmy en su primera temporada . En realidad, puede considerarse un sonado fracaso por la acogida del público, pese a lo cual Tartikoff la mantuvo en antena. De hecho, en 1981 fue la serie menos vista renovada por una segunda temporada.
El segundo año las cosas fueron algo mejor, pero tuvieron que pasar dos cursos para que empezara a crecer su popularidad. Puede que el público empezara a estar preparado para asimilar el realismo y la riqueza de las tramas. Que la apuesta era decidida lo prueba el hecho de que fue l a primera serie en la que un solo episodio costó más de un millón de dólares .
No fue la única barrera que rompió «Canción triste...», también la primera ficción rodada con planos largos, cámara en mano, con multitud de tramas que se perpetuaban y cruzaban en el tiempo, lo que exigía más atención y paciencia por parte del espectador . Su realismo era otro factor esencial, quizá demasiado duro para el público de su época.
Bochco y Kozoll cuidaban todos los detalles, aunque el primero confesó alguna vez que no tenían «ni idea» de lo que estaban haciendo. «Lo descubríamos sobre la marcha», dijo. Pese a todo, sí supieron elegir un gran reparto de caras en general poco conocidas y mimaron casi todos los detalles, como la música. La canción principal, de Mike Post , se convirtió en un gran éxito y llegó a ganar un Grammy .
También fueron transgresores desde muchos puntos de vista. Jeffrey Tambor , por ejemplo, ya aparecía en un episodio como juez travestido, décadas antes de «Transparent».
Javier Olivares («El Ministerio del Tiempo») destaca la capacidad de la serie y de Bochco para «hacer un análisis maravilloso del alma humana y navegar por las leves fronteras entre el drama y la comedia». «Las suyas eran series que ahora no se estrenarían en abierto en el mundo», añade el creador de «Isabel».
Para Ramón Campos («Fariña»), Bochco «cambió la forma de narrar de las series profesionales». «Quizá su obra no sea tan llamativa a nivel autoral como la de algunos de sus coetáneos, pero su influencia en los guionistas de hoy, incluso en aquellos que no lo conocen, es mucho mayor».
Aitor Gabilondo («El Príncipe») explica que con Steven Bochco «las series dejaron de ser un subproducto televisivo». Las suyas eran «menos artificiosas, más realistas, con unos personajes cargados de humanidad, a los que defnía muy bien, con muchas aristas. Gabilondo admite que su influencia fue muy grande cuando hizo «El comisario», «no solo por la comisaría en sí, sino por los temas que trataba, su dimensión social, con muchos puntos de vista».
