Gloria Ramos, una 'campeona' en 'Merlí. Sapere Aude': «Por la calle me piden muchos autógrafos»

Helena Cortés

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02/04/2021
Actualizado a las 00:55h.

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Era la jugadora más gamberra del equipo de baloncesto de 'Campeones'. Desde que Javier Fesser la puso sobre la pista, la actriz Gloria Ramos (Madrid, 1993) no ha salido del mundo de la interpretación. En un año maldito para todos, ella ha estrenado 'La que se avecina' e 'Historias lamentables' y ha grabado la segunda y última temporada de ' Merlí. Sapere Aude ', protagonizada por el estudiante de Filosofía Pol Rubio (Carlos Cuevas), quien recibirá una noticia que cambiará su vida para siempre. En los nuevos episodios, que estrena este viernes Movistar+ , Laura, la hija de la profesora María Bolaño (María Pujalte) sigue lidiando con la recuperación de su madre, que ha dejado el alcohol, mientras busca una nueva vida junto a su novio Víctor. «Él es muy bueno y muy majo, pero en la realidad tengo otro novio », bromea pícara.

«Los rodajes molan aunque sean largos. Grabar 'Merlí' siempre es muy divertido, lo echaba de menos. Al personaje de Laura siempre le toca cuidar de su madre, al principio tenía que esconder las botellas, vaciarle la ginebra... Tiene que ser la madre la que cuide a la hija, no al revés», explica la actriz a ABC. Para los personajes apenas han pasado unos meses, pero los actores han vivido en este lapso de tiempo una pandemia. Ahora, las grabaciones han incorporado a su rutina pruebas periódicas y mascarilla obligatoria hasta el momento en el que el director grita: «¡Acción!». Gloria Ramos tiene la suerte de poder compartir la experiencia con su «santa madre» o su hermana, que suelen acompañarla.

La popularidad que le dio 'Campeones', admite, no le pesa lo más mínimo: «Me gusta ser famosa». « Me piden muchos autógrafos , aunque ahora con la mascarilla puesta cuesta más reconocerme. Tengo unas ganas de quitármela...», confiesa esta intérprete con síndrome de Down. La pandemia también les ha obligado a paralizar la obra de teatro en la que estaba trabajando, 'Campeones del humor', y ha frenado la producción de algunos cortos.

Mientras surgen nuevos proyectos, trabaja en una gran tienda de ropa deportiva de Madrid.   «Quiero dedicarme a actuar. Me gustaría hacer más cine, otras películas, con directores distintos. No soy de muñecas ni de Barbies, a mí me va la acción. Me interesa el drama también , como no lo he hecho, quiero probar. También me apetecería escribir una historia», añade. Su otra gran obsesión es seguir formándose: «Me gusta cuando nos hacen repetir una escena porque así aprendo. Querría memorizar los guiones sola, como los profesionales. Las personas con síndrome de Down también pueden estudiar, con apoyos, cada uno dependiendo de las ayudas que necesite».  

Cuando habla de futuros planes no tiene límites. Desde que era pequeña, corrobora su madre, Ramos ha sido muy inquieta. «Yo ya hacía deporte cuando rodamos 'Campeones'. También hice danza contemporánea, luego aprendí a montar a caballo -lo dejé porque me daba miedo el galope- y al final me apunté a judo. Ahora quiero que me apunten a cursos de interpretación o a sitios para trabajar en televisión, cine o teatro», subraya. «Recuérdaselo a mi santa madre», pide cómplice. Escrito queda.