Alta mar

«Alta mar»: el thriller se reinventa en las plataformas

La serie española zarpa hoy en Netflix. La creadora Gema R. Neira explica lo que implica que se pueda ver la primera temporada en una tarde

Ivana Baquero, Jon Kortajarena y Alejandra Onieva Netflix
Helena Cortés

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El misterio es uno de los géneros más eficaces. Resolver el puzle de cualquier intriga, entrar en el juego de los personajes y encontrar al asesino es uno de los entretenimientos más recurrentes de series y películas. Esta es la fórmula, renovada, que recupera «Alta mar», la nueva serie española de Netflix , ambientada en un crucero de lujo de los años 40 donde, de repente, una mujer cae misteriosamente por la borda.

«Los espacios y la estética nos importan mucho, y queríamos hacer algo en un transatlántico de lujo. Entonces se nos cruzó el misterio, que nos ha interesado siempre mucho, y pensamos en hacer algo al estilo Agatha Christie en este lugar», cuenta Gema R. Neira , cocreadora junto a Ramón Campos de la serie producida por Bambú. «El glamur de esa época no es el mismo que el de un crucero actual. Los trajes y la inspiración hollywoodiense ayudan mucho a crear este ambiente de cine negro», añade.

Alfred Hitchcock , cuenta, es una de sus referencias constantes cuando tratan el misterio, como hicieron ya en «Gran Hotel» . «Siempre buceamos más en los clásicos que en la actualidad, pero aquí hemos renovado el género con ese punto de comedia y juego», apunta la guionista, aunque en «Gran Hotel», al contrario que en «Alta mar», primaba el amor. «Esta serie es más coral. Cuando vemos que escribimos algo que hemos hecho ya lo borramos, intentamos que cada proyecto tenga su propia alma. Sí hacemos guiños. Cantaloa, el pueblo de “Gran Hotel”, lo hemos usado en muchos sitios», reconoce Neira.

El toque cómico es uno de los reclamos que han usado para seducir a los adolescentes, grandes consumidores de plataformas. «“Alta mar” tiene ese punto de cómic para acercarlo a los jóvenes y a todos estos productos que interesan a mucha gente. Aquí ese tono ha pegado muy bien, porque los personajes son característicos, basados en su profesión o en algo que los define: las hermanas, una escritora ( Ivana Baquero ) y la otra guapa y divertida ( Alejandra Onieva ), el comandante ( Jon Kortajarena ), el abuelo…», añade Neira, que confiesa que no desvelan a los actores quién es el culpable para que sean los primeros espectadores de la serie y probar cómo funciona.

«Alta mar», admite la guionista, sería distinta si no estuviese destinada a una plataforma como Netflix, donde los espectadores pueden ver los ocho capítulos de la primera temporada en una tarde. «La manera de escribir el thriller cambia. Con esta forma de ver la televisión, el espectador te puede abandonar en cualquier momento y sabes cuándo lo hace. En las emisiones capítulo a capítulo, cuando pasa el tiempo te olvidas de algunos detalles, y poder verla en continuidad hace que estés más atento. Aquí no hace falta repetir los detalles del capítulo anterior, ni rodar escenas para recordar. Además, la duración en las cadenas en abierto es más rígida. En cambio, en una plataforma, puedes hacer capítulos de 40 minutos y otros de 50. Prima la historia», puntualiza Neira.

Aunque el culpable de estos primeros crímenes a bordo del transatlántico Bárbara de Braganza se descubre al final del viaje, en Bambú ya están preparando un segundo juego de policías y ladrones.

«Es una serie con vocación de continuidad y nuestra idea es que cada temporada , que cierra una intriga , tenga un toque de misterio distinto y una identidad propias», sentencia Gema R. Neira. «Además del misterio, cada personaje aporta su propia trama. En el fondo, esta serie habla también de segundas oportunidades».

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