TVEO
Ya no quedan hombres
'Y: The Last Man' o que las mujeres se encarguen de todo
Desde nuestra tranquilidad imaginamos qué meteríamos en una maleta si tuviéramos una hora para sacar lo que queramos de una casa que va a desaparecer bajo el volcán. No tenemos ahora una serie de volcanes. Sólo muchos periodistas en La Palma. Sí tenemos alguna serie apocalíptica. O apocalíptica con perspectiva de género (juro que he visto un artículo en una revista titulado 'El Holocausto con perspectiva de género'). La novedad es la ficción 'Y: The Last Man' (Star, Disney +), basada en el cómic de Brian K. Vaughan y Pia Guerra . Una plaga misteriosa ha acabado con los hombres y machos, con todos los mamíferos con un cromosoma Y. Sólo queda un hombre, Yorick, y su mono (un capuchino como el de Ross en 'Friends'). También quedan vivas las ratas de sexo femenino. La maravillosa Diane Lane , madre de Yorick, es la presidenta de Estados Unidos. El presidente también la ha palmado y la cadena de sucesión se ha diezmado, aunque aparece en Israel una chiflada del Gobierno que se creía muerta (una extremista que decía: «¿Acaso se vacunó Jesucristo?»).
Como historia distópica es bastante desconcertante. Vaya, una plaga que distingue el sexo. Porque existe el sexo. Genera discusiones sobre el género, la identidad, el reparto del trabajo y las distintas manifestaciones de la violencia (el vandalismo aquí es de mujeres). Yorick es la esperanza para saber qué ha pasado (intentan que una genetista de Harvard lo descubra). Todo se ha paralizado. Tienen que conseguir que las únicas mujeres en las centrales eléctricas y otros centros importantes los pongan en marcha (y esas mujeres resulta que se encuentran en un mal momento porque han perdido a sus hijos). Sólo hay mujeres y claro que hay un enfrentamiento por el poder. Y odio. La serie, con los guiones de Eliza Clark , es distinta del cómic ( un año anterior a 'The Walking Dead' ). Se había quedado anticuado. Quedando sólo uno, el cómic ¡hablaba de hombres! Era absurdamente misógino. La serie se centra en las mujeres supervivientes.
Desde mi tranquilidad imagino un cataclismo semejante y que sólo hubiera sobrevivido Pablo Echenique .
