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'The Boys': a la tercera no va la vencida, ni se dan por vencidos

Prime Video estrenó el viernes 3 de junio los tres primeros capítulos de la nueva temporada de la serie de superhéroes

'The Boys', 'The Umbrella Academy' y 'Ms. Marvel': las series de superhéroes no cogen vacaciones en junio

Tres series buenas (y españolas) que se pueden ver enteras en Prime Video

Jack Quaid, Karl Urban, Tomer Capone, Karen Fukuhara y Laz Alonso, en una imagen promocional de la tercera temporada de 'The Boys' Amazon Prime Video
Óscar Rus

Óscar Rus

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La segunda temporada de 'The Boys' terminó en Prime Video hace 20 meses al son de ‘God Only Knows’ ('Solo Dios sabe'), de los Beach Boys, y en la tercera, cuyos tres primeros episodios estrenó la plataforma el viernes 3, suena 'Uptown Girl', de Billy Joel, que canta estar enamorado de una chica de la parte alta de la ciudad. Él está en la otra punta. La canción suena mientras uno de los chicos barriobajeros del título, Hughie (Jack Quaid), escondido tras un contenedor en un callejón de Nueva York, presencia cómo su nueva jefa, una congresista demócrata que viste y habla como Alexandria Ocasio-Cortez y está en contra de los superhéroes, le vuela la cabeza a un viejo amigo. Literalmente. Porque ella también tiene superpoderes y trabaja en realidad para el conglomerado que los creó; una identidad secreta que el público descubrió al final de la anterior tanda . Así, esta adaptación televisiva del cómic homónimo continúa, pero no desarrolla, una cantinela que lleva entonando desde el principio: El Sistema está amañado. El Sistema es el enemigo. Ellos se lo guisan, ellos se lo comen. Lo suyo –lo nuestro– es puro teatro. Un 'reality show' . Hay que desenmascararlos.

Porque 'The Boys' , promocionada como una sátira del explotado género de superhéroes , aspira a hablar del presente, de la realidad, principalmente la de una América corporativa y capitalista de blancos y negros. También del pasado, con referencia inclusive a qué grupos financiaba el gobierno estadounidense durante la Guerra Fría. Y lo hace a través de una historia de grises –aunque la fotografía sea azul– sobre unos bandidos amparados por la CIA que, siempre por motivos personales y hasta sentimentales, se la tienen jurada a otra cuadrilla, Los Siete, esta de 'supermanes' y 'wonderwomans' que campan a sus anchas. Puede que ellos sean la Liga de la Justicia, los Vengadores, pero no les tumba ni la Ley. La tercera temporada, cuya emisión es otra vez semanal (cada viernes un nuevo episodio hasta el octavo y último el 8 de julio), no se olvida de dicha inmunidad, comprometida más que nunca, ni tampoco del plan maestro del villano, o sea, de Vought International, también en el negociado armamentístico y farmacéutico: llenar el ejército estadounidense de superhéroes, o sea, de mercenarios. Sí se olvida del mejor personaje, Reina Maeve (Dominique McElligott). Los guionistas, dentro y fuera de la ficción, no saben qué hacer con ella (ni con su bisexualidad ).

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The Boys

Todos los personajes en 'The Boys' tienen una agenda política; otro cantar es cuándo los guionistas –la mayoría, hombres– se la desvelan a los espectadores. El año anterior, el as bajo la manga fue una sensual superheroína, abanderada de la libertad de expresión, que acaba descubriéndose como una nazi, que no neonazi; no es casual el origen alemán de la multinacional. Este año, de la congresista Victoria Neuman, a la que interpreta la actriz Claudia Doumit, no se sabe todavía sí vuela sola o acompañada. El público sí sabe de qué bando está el personaje de Luz Estelar (Erin Moriarty), prima lejana de Superman, probablemente el personaje de mejor conducta: cambiar El Sistema desde dentro. Ella, ex niña Disney, se niega a enseñar más de lo apropiado y, como primera capitana de Los Siete, quiere que la diversidad y la meritocracia de las que presume su empresa sean reales. Así que en un programa de televisión cuyo premio es acceder a la banda, elige como nueva compañera a la que más vidas ha salvado, o sea, a una superheroína musulmana. Nanay. El guion es otro y está reservado para dos hombres; uno, exintegrante y mitad anfibio, fue acusado de violación en la primera temporada. El otro es latino, que hay que ganarse a los inmigrantes. A la serie le interesa, y mucho, el 'marketing' y la comunicación de crisis, o sea, cómo apagar un fuego y darle la vuelta a la tortilla. En el universo de 'The Boys' , hasta se rueda una película, con cameo marvelita , para controlar la narrativa, o sea, para maquillar la realidad.

Quien durante los tres primeros capítulos de la tercera temporada sí está dispuesto a saltarse el guion es Patriota (Antony Starr, que la lio en Alicante ), el superhéroe probeta y sin padres, que tiene aprendida la lección tras haberse destapado que su novia es una nazi centenaria: él, como todo terrícola, era un hombre enamorado. Lo repite una y otra vez a cámara. Porque el mal de amores y los problemas paternales están al orden del día en 'The Boys' , siempre dispuesta a profundizar emocionalmente en los personajes, incluso en su particular Capitán América. La Guerra Fría entre Patriota y Luz Estelar, aliados de puertas para afuera, sí tiene miga. A él, encima, le han arrebatado a su hijo, de madre humana. Hay otros superhéroes con arcos argumentales menos agradecidos. Está A-Train que, tras salir de Proyecto Hombre, quiere ser un abanderado de su comunidad: «No soy Martin Luther King; soy Michael Jordan».

Antony Starr es Patriota en 'The Boys' Amazon Prime Video

La serie, primer y único taquillazo de Amazon, vuelve igual de bruta. No se corta ni en la violencia –la sangre salpica hasta la pantalla– ni en el uso de palabrotas. Tampoco en mostrar el sexo. Hay barra libre de 'fuck!' ('¡joder!'). Los superhéroes, aunque Almodóvar diga lo contrario, también se pegan sus fiestas. Hasta sale un pene, por dentro y por fuera, en el primer episodio de la tercera temporada. También coca. El resultado es intencionadamente grotesco. Sin embargo, los guionistas no terminan de pulir el arte del episodio. Les queda grande la hora redonda de duración y no todas las tramas tienen la misma velocidad, ni el mismo gancho. En el tercer episodio, por ejemplo, un largo e importante 'flashback' es interrumpido porque un personaje, que está descubriendo la historia al mismo tiempo que el espectador, tiene que ir al baño. En estos tres primeros episodios, el ritmo no es tan frenético como acostumbra y hay menos escenas de 'acción'.

Tras dos temporadas de preliminares, 'The Boys' empieza a coquetear con la idea de que los cazadores de superhéroes adquieran superpoderes para acabar con unos y otros; esa es la premisa del cómic. Esta tercera tanda podrá recordar a 'Watchmen', otro cómic adaptado al cine y a la televisión , pues la trama principal tiene que ver con los integrantes originales de otra banda durante los años ochenta. Uno está a favor del rifle. Otro es negro, pero no puede revelarlo. Otra es una copia de Bruja Escarlata con Laurie Holden ('The Walking Dead', 'The Americans') en mallas rojas. Aunque el principal atractivo es si está vivo su líder original, Soldier Boy, al que interpreta Jensen Ackles. El actor ya coincidió en otra serie, 'Sobrenatural', con el creador de 'The Boys' , Eric Kripke. El guionista hila fino: el cantante favorito de Hughie es Billy Joel.

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