Soldados de juguete

Cuando el narcotraficante Enrique Cali es extraditado de Colombia para convertirse en prisionero de los Estados Unidos, su hijo Luis idea un plan para liberarle. Con la ayuda de los componentes de un comando, Luis asalta un prestigioso colegio para chicos y toma como rehenes a los hijos de cargos importantes del gobierno y de influyentes hombres de negocios para pedir que liberen a su padre. Sin embargo, no saben que los chicos seleccionados van a hacer todo lo posible por escapar de los terroristas.

La película, basada en una novela homónima de William P. Kennedy supuso el debut tras las cámaras de su director, Donald Petrie Jr. Para muchos críticos, especialmente europeos, esta historia de terrorismo internacional y de secuestros vino a ser un subproducto norteamericano de clara exaltación nacionalista, que, a pesar de su claro posicionamiento patriótico, no le impidió conseguir un relativo éxito en los Estados Unidos.