El jinete eléctrico

Sonny Steel es un antiguo campeón de rodeo que se ve obligado a promocionar cereales en un casino de Las Vegas debido a sus problemas económicos. Asqueado con su nueva forma de vida, la gota que colma el vaso de Sonny será un espectáculo en el que le obligan a montar un caballo drogado mientras viste un traje adornado con bombillas. En vez de participar en el show, Sonny opta por robar al animal y escapar con él al desierto. Una periodista en busca de una buena historia les seguirá hasta allí.

Tercera colaboración entre Redford y el director Sidney Pollack, uno de los tándems más sólidos de Hollywood gracias a títulos como "Memorias de África" y "Tal como éramos". A ellos se añadió en esta ocasión una Jane Fonda en el cenit de su carrera, completando así un trío difícilmente superable en el Hollywood de la época.

Como muchas de las películas de Redford, "El jinete eléctrico" llevaba implícita una carga de denuncia social. En este caso, la figura del caballo dopado hasta el límite con esteroides por una empresa sin escrúpulos servía de analogía perfecta de una sociedad norteamericana llevada al límite del consumismo por la codicia de las grandes multinacionales.