El gran enredo

Mientras rueda una película en un hipódromo, el actor Spence Holden conoce a Turnip y a Binky, dos maleantes que se dedican a apañar carreras de caballos. Spence, siempre atento a donde pueda haber dinero, telefonea a su amigo Dennis Powell, un camarero que trabaja en un restaurante en el que debe servir con patines, para que actúe rápidamente y se haga con el botín de los malhechores. Pero cuando los dos mañosos descubren el plan del actor no dudan en avisar al resto de la banda.

Comedia con la que Blake Edwards (“Cita a ciegas”) rindió homenaje al cine de enredo más clásico, un género que siempre ha estado muy presente en su cine, y las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy. Para ello, el realizador contó con el popular Ted Danson, que en ese momento estaba protagonizando en la pequeña pantalla la exitosa serie “Cheers”, y el comediante Howie Mandel (“Asediados por el diablo”). Los delincuentes de la historia fueron encarnados por Richard Mulligan (“Chico celestial”) y Stuart Margolin (“Forastero en la ciudad”).