Victoria Abril, antes de la rueda de prensa de los Premios Feroz 2021 EFE/Emilio Naranjo/ Vídeo: EP

Ó. Rus

Victoria Abril (Madrid, 1959) no se cortó un pelo durante la presentación de los Premios Feroz 2021 , cuya gala se celebrará finalmente el próximo martes 2 de marzo (20.30 horas), no en Alcobendas (Madrid), sino en el Teatro Coliseum de la Gran Vía de la capital. Será entonces cuando ella, hasta nueve veces nominada en los Goya, haga una excepción y recoja un premio; en este caso, el Feroz de Honor : «No los voy a recoger porque Vicente Aranda , cuando nos nominaban cada año en los ochenta, decía que los premios son el principio del fin. Hace dos años me llamaron para darme este mismo premio y dije que no se me había pasado el arroz y tenía cosas que contar».

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Victoria Abril

Victoria Abril

Se presentó de morado y escéptica, no con el coronavirus, sino con las restricciones, las vacunas («¡Ahora somos cobayas!»), el miedo y las televisiones. «Coronacirco» , lo bautizó y rebautizó. Que si «plandemia», que si «farsa»... «No tengo televisión. Ahí metiéndote miedo y sin esperanza... Es un folletón que nunca se acaba... ¡Qué horror!», se quejó. Y pedía que los periodistas presentes se quitaran la mascarilla. «Yo soy anarquista; ni Dios, ni amo», remató al final de una rueda de prensa que se convirtió en un reproche de datos. Así la comenzó: «El pelo no me lo corto hasta que no me devuelvan las libertades».

Victoria Abril se marchará a Málaga , donde se puede «respirar», tras recoger el Feroz de Honor y visitar a su madre en una residencia madrileña. Iba a rodar este mes con Los Javis , con quienes se guasapea desde hace dos Orgullos, pero de momento no hay proyecto: «Me quedo con las ganas». Acaba de regresar de Francia , donde ha estado rodando la miniserie 'Sauver Lisa' . «Yo me quedo aquí hasta que se acabe el virus y me devuelvan mis libertades». Y, para evitar meterse con unos y con otros españoles, se metió con Macron : «Ha vuelto a pedir todo un año de alerta para meter decretazos y quitarnos el 100% de nuestros derechos y libertades. En Francia no vamos a un cine, un teatro, una discoteca o una cafetería desde hace un año. ¡Nos han cerrado hasta las librerías!». Resumen de la queja: del trabajo a casa, y de casa al trabajo.

A su hijo pequeño, Félix, que vive en París, le vio tres veces; a su madre, en una residencia en Madrid, dos. También se quejó por ello: «Media hora y, como se te baje la mascarilla, '¡fuera!' Yo no sé cómo es la residencia de mi madre». No se despidió con esta advertencia, pero la pronunció en el tercer acto de la rueda de prensa: «Lo vamos a pagar muy caro y durante mucho tiempo».

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