Tres películas y un concierto para aplacar el aburrimiento

Fernando Muñoz

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25/03/2020
Actualizado a las 17:05h.

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No hagan caso al horrible título que le pusieron en España para tratar de arrastrar al público con el tirón de «Supersalidos». Esta «Booksmart», en su título en original, es bastante más inteligente y menos sórdida. Y no por eso deja de ser una comedia gamberra sobre dos chicas atrapadas en el difícil paso entre la adolescencia y la juventud. La dirige Olivia Wilde («House»), que debutó detrás de las cámaras subvirtiendo el que era un género púramente masculino -de granudos y pajilleros- para poner el foco en ellas, que hasta entonces, en «otras estúpidas comedias americanas», solo estaban en guión como objetivo de «nerds» o «quarterbacks». « Súper empollonas ». En Amazon Prime Video.

Aquí un viaje por un Madrid de calles desiertas y tiendas cerradas. Pero esta no es una película sobre los días de confinamiento. Al revés. Es Madrid el 15 de agosto, cuando la ciudad se vacía y solo se puede caminar por las aceras todavía ardientes cuando se va el sol. Jonás Trueba, que busca la naturalidad y la cotidianidad de las cosas sencillas como su admirado Rohmer, retrata la ciudad con una melancolía especial, de un pesar luminoso y una tristeza feliz. Para muchos, quedarse solos en Madrid en agosto era una cárcel que ni la verbena de la Paloma aliviaba. Quién podía imaginar lo que se venía encima. « La virgen de agosto ». En Movistar + .

Una comedia tan negra que solo podía rodarse en tonos grises. La protagoniza Kristin Scott Thomas, que celebra con sus amigos que le han nombrado ministra de Sanidad. En 73 minutos, y sin salir de la casa, la directora Sally Potter dispara contra todo: de la burguesía británica (a la que dibuja como una especie de «gauche divine» rebozada en «fish and chips»), hasta el feminismo, el Brexit, el liberalismo... Todo ello a una velocidad vertiginosa, saturada de giros y brillantes diálogos. El cierre deja en «shock». « The Party» Filmin .

Tampoco se abandonan las cuatro paredes en este concierto histórico de Aretha Franklin. Lo filmó Sydney Pollack en dos calurosas noches de 1972, en la Iglesia Bautista New Temple de Los Ángeles, conocida como la Capilla Sixtina del góspel. Allí Aretha grabó su disco más vendido. La historia del filme, que durante años estuvo oculto, da para otro documental. Pero «Amazing Grace» es solo la pura experiencia religiosa de ver a Aretha hacer magia con la voz. Nadie sale de la película sin dar palmas. «Amazing Grace» En Movistar + (cine). ( Aquí la historia del documental de Amazing Grace )

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