Ruben Östlund, director de 'Triángulo de la tristeza': «La belleza se ha convertido en algo más importante que la educación»

El director sueco montó un cine casero en la azotea de un bar de pueblo en Mallorca y con las opiniones de los vecinos pulió ‘El triángulo de la tristeza’, la película ganadora de la Palma de Oro 2022 y nominada a los Oscar

Crítica de 'El triángulo de la tristeza': Sátira sobre el lujo, la belleza y la vuelta de la tortilla

Fotograma de ‘El triángulo de la tristeza’
Mayte Amorós

Mayte Amorós

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Ruben Östlund acaba de ganar su segunda Palma de Oro en Cannes. Es octubre de 2022 y todavía no sabe que su película ‘El triángulo de la tristeza’ (‘ The Triangle of Sadness ’) también estará nominada a los Oscar como mejor película, dirección y guion original. Cuando vuelve a Mallorca, el director sueco cita a los medios de comunicación en un barco en el Portitxol de la Playa de Palma. Quiere poner a los periodistas a flote -o desestabilizarlos-, como a los protagonistas de su premiada cinta. Por suerte, nadie recrea la escena del vómito ni hay un naufragio en Mallorca. Todo lo contrario.

«La primera vez que gané la Palma de Oro estaba en una nube pero esta segunda vez toqué tierra rápido porque tengo un bebé al que atender», reconoce entre risas el director sueco. Es un miércoles de octubre por la mañana y en unas horas participa en la gala inaugural del Evolution Mallorca International Film Festival y su cinta se proyecta en el Teatro Principal de la capital balear. Entre el público asisten algunos amigos que le ayudaron a pulir la historia gracias a los ‘test’ de visualización que montó en el pueblo.

Östlund se compró una casa en la localidad mallorquina de Campos, donde se trasladó con su familia en 2021 e hizo parte de la postproducción de ‘El triángulo de la tristeza’ . Cuando la acabó, montó una improvisada sala de cine en la azotea del bistró Calle Cruz 20, regentada por unos amigos del pueblo, para probarla con un público amateur.

Críticos de la calle

«Pusimos 30 sillas, reunimos a un grupo de personas y a algunos de mis amigos de Felanitx y Palma que vinieron a participar. Había gente que no eran cineastas y que estaban interesados en dar su opinión, se quejaban cuando era muy largo, se emocionaban y eso fue lo que más disfruté», rememora el realizador, que, teniendo en cuenta estas opiniones, recortó la duración de la película, de tres horas y media a algo más de dos, e hizo algunos cambios en el ritmo. Luego repitió el test en Berlín pero los germanos estaban muy serios y no hacían comentarios. Por eso, la respuesta de los mallorquines «fue más sincera» y le ayudó a mejorar.

La ovación de ocho minutos en Cannes constató que no se había equivocado. ‘El triángulo de la tristeza’ supera su anterior nominación a un Oscar por ‘The Square’, que le valió en 2018 una candidatura en mejor película de habla no inglesa por Suecia. Y su segunda Palma de Oro le ha catapultado, además, como uno de los tres únicos directores que han conseguido alzarse con este galardón dos veces seguidas, junto con Francis Ford Coppola y Michael Haneke .

‘El triángulo de la tristeza’ se estrena este viernes en los cines. La historia arranca en un crucero de lujo con un capitán comunista (Woody Harrelson) que sacude las confortables vidas de sus millonarios pasajeros y los pone a prueba en una situación límite de supervivencia. Una comedia satírica en la que el cineasta sueco llama la atención sobre el hecho de que las personas pueden comportarse de forma ridícula ante ciertas situaciones.

El cineasta desvela que el triángulo de la tristeza es como se llama popularmente en el mundo de la moda - y del bótox - a las arrugas del entrecejo marcadas por el sufrimiento de las personas. Se lo dijo un cirujano estético que le propuso «borrar» las suyas en 15 minutos. Él se negó, claro.

La estética

«Estamos en un momento en el que la belleza es una moneda muy fuerte, y se ha convertido en una parte vital, casi más importante que la educación, y es algo intercambiable como si fuera dinero», critica Östlund sobre el mundo de la moda y la estética , representada en su película con los dos modelos protagonistas de su película. Prueba de ello es la encuesta que se hizo en Suecia preguntando a los niños si preferían la belleza o la inteligencia «y la mayoría eligió la belleza».

En su próxima película, el realizador seguirá analizando el comportamiento humano en situaciones que se salen de la normalidad. El equipo del sueco está buscando localizaciones para rodar la isla ‘ The entertainment system is down ’. La película transcurrirá en un vuelo de larga duración en el que fallarán todos los sistemas de entretenimiento.

«Después de un despegue a un viaje muy largo, los pasajeros se dan cuenta de que las pantallas no funcionan . Cuando se queden sin batería los iPads y los móviles, tendremos a todas esas personas en un estado de aburrimiento», avanza el cineasta, pero un bocadillo de queso o una botella de agua no serán suficiente compensación para los pasajeros, que exigirán barra libre de alcohol. Spoiler: «El avión se estrella y mueren todos».

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