Las películas de Martin Scorsese que hay que ver para disfrutar al máximo de «El irlandés»

El cineasta utiliza los recursos económicos de Netflix para reunir a dos de sus actores fetiche, De Niro y Joe Pesci, con Al Pacino en la película definitiva sobre la mafia

Pesci, De Niro y Pacino, protagonistas de «El irlandés», de Scorsese Netflix
Lucía M. Cabanelas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La primera vez que Robert de Niro y Al Pacino , dos de los grandes actores de su generación, trabajaron juntos en una película, ni siquiera coincidieron en pantalla. Fue en «El Padrino II» , en 1974, y aún hubo que esperar más de dos décadas para que se cruzaran de nuevo en «Heat» (1995). De «Asesinato justo», hace once años, mejor ni hablamos.

Si bien no es novedad volver a ver a ambos intérpretes juntos, sí lo es reunirlos con Joe Pesci, un viejo conocido del propio De Niro , con una vetusta alianza a sus espaldas desde que trabajaron por primera vez en la misma película , «Toro salvaje», en 1980. «El irlandés» supone su séptima colaboración, explotando una química con la que incluso De Niro quiso contar en su periplo como cineasta, digiéndose a sí mismo y a Pesci en «Una historia del Bronx» y «El buen pastor».

El trío, inédito hasta el momento , no solo sirve para que Pacino debute de una vez por todas a las órdenes de Martin Scorsese , sino para configurar la película definitiva sobre la mafia, en lo que podría considerarse al hampa lo que «El hombre que mató a Liberty Valance» al wéstern.

Antes de ver «El irlandés» , que se estrena en algunas salas de cine el próximo 15 de noviembre –antes de su llegada definitiva a Netflix el día 27–, conviene hacer una retrospectiva por la filmografía de un cineasta que se refugió tras las cámaras para evitar la influencia criminal de su vecindario.

Criado entre curas, gánsteres e imágenes en la gran pantalla, el destino de Martin Scorsese parecía escrito desde que se mudó junto a su familia a Little Italy, un islote fervientemente católico en el Lower East Side de Nueva York, a apenas seis calles de donde vivía Robert de Niro . «La iglesia y el cine eran los dos únicos sitios a los que mis padres me dejaban ir», confesó en 2005, tras recibir un premio a su trayectoria en el Festival de Marrakech. Una imposición que pretendía salvar al pequeño Marty de las peligrosas calles del barrio, alejándolo de los revólveres y la mafia , pero que terminaría marcando el resto de su carrera.

De monaguillo a adentrarse en el hampa

Tanto es así que, después de probar suerte como monaguillo, terminó librándose de sus pecados –siempre peligrosamente cerca de la muerte, por sus excesos y por su atracción constante hacia los criminales– a través del cine, retratando la violencia, las drogas, el sexo y la mafia en casi todos sus títulos.

«Malas calles» (1973) supuso el regreso de Scorsese al barrio que le vio crecer como un chico « bajito, enclenque y enfermizo, un niño de mamá . Y tan alérgico a los animales que se jugaba la vida si acariciaba a un perro». La película oscila entre la autenticidad documental del director de Queens como testigo de los estercoleros de la ciudad y una atmósfera febril cercana al delirio en la que Charlie (Harvey Keitel), el protagonista, se debate entre prosperar en la mafia o refugiarse en el catolicismo. Y de fondo, en voz en off, las reflexiones del personaje, que en realidad es el propio cineasta: « Los pecados no se redimen en la Iglesia. Se redimen en las calles, se redimen en casa . Lo demás son chorradas y tú lo sabes».

Johnny Boy, «el bendito» de «Malas calles», es el espíritu libre que Charlie niega en su interior, un esbozo del Travis Bickle de «Taxi Driver» , una versión más hermética y siniestra del mismo personaje. Gracias a las interpretaciones de De Niro, su actor fetiche, Scorsese pudo dar rienda suelta a su lado oscuro. Como dijo Steven Spielberg con mucha perspicacia, Marty « deja que Bobby se desmadre y pierda el control para que él pueda seguir controlando . Creo que Bobby está sencillamente maravilloso como extensión de lo que Marty podría haber sido si no hubiera sido director de cine». De hecho —explica Peter Biskind en «Moteros tranquilos, toros salvajes (Anagrama, 2008)—, en «Malas calles», Scorsese hace el papel del asesino a sueldo que viaja en el asiento trasero del coche que se lleva a Johnny Boy, igual que en «Taxi driver» interpreta al hombre armado que viaja en el asiento trasero del taxi de Bickle. Es una fantasía del director como asesino . «Ahora, como artista, en cierta manera soy las dos cosas, gángster y cura», llegó a afirmar Scorsese en una ocasión.

Mejor película sobre mafia hasta la fecha

Otra obra maestra de Martin Scorsese, ineludible antes de «El irlandés», es «Goodfellas», una radiografía de ritmo frenético sobre la rutina gangsteril de un grupo de mafiosos de Nueva York encabezada por Ray Liotta y con los inseparables Robert de Niro y Joe Pesci, en uno d elos papeles más desquiciados de su carrera. Además del músculo del cineasta, con un impagable plano secuencia en el bar, ya la primera frase de la película es una propia declaración de intenciones. «Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón siempre quise ser un gánster », se escucha a Henry Hill (Liotta), alter ego de la recurrente obsesión de Scorsese.

«No existe una película mejor sobre el crimen organizado, ni siquiera "El Padrino"» , sostuvo el popular crítico estadounidense Roger Ebert en su análisis del filme. Es una lástima que el reputado experto, galardonado con el premio Pulitzer y fallecido hace seis años, no pueda ver «El irlandés» , la que a todas luces parece la despedida definitiva de Scorsese con el cine sobre el mundo del hampa. «Quería empezar la película como un tiro y que fuera más rápido a partir de ahí, como un tráiler de dos horas y media. Es la única manera en la que puedes percibir el regocijo de ese estilo de vida, y entender por qué a la gente le atrae», aseguró en su día Scorsese, que dejó escenas para la posteridad.

Cinco años después del estreno de «Goodfellas», Scorsese repitió con Robert de Niro y Joe Pesci para rodar «Casino» , una película similar en muchos aspectos y en la que volvió a sacar lo mejor de su pareja protagonista. Admeás, «Casino» es la última película en la que De Niro y Scorsese trabajaron juntos, ya que llevan 23 años buscando el proyecto idóneo para repetir una vez más. «Íbamos a hacer otra película, pero Bob [De Niro] leyó el libro "I heard you paint houses", de Charles Brandt, y cuando me hablaba del personaje lo hacía de una forma muy emocional», reconoció el director en la presentación de «El irlandés» en el pasado Festival de Roma. Por eso supo, como escribió David Martons en ABC , que ese era el proyecto adecuado, para el que confió en la técnica del rejuvenecimiento digital, lo que le permitió rodar toda la película con De Niro, Al Pacino y Joe Pesci : «Queríamos hacer una película con nuestros amigos, no con actores jóvenes durante la mitad del rodaje».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación