Padre no hay más que uno 3

Las claves del éxito de Santiago Segura, el Rey Midas de la taquilla española

El humorista vuelve a ponerse delante y detrás de las cámaras en 'Padre no hay más que uno 3', una comedia amable con la que espera renovar su cita veraniega con el público

Crítica de 'Padre no hay más que uno 3', por Oti R. Marchante

Luna Fulgencio y Santiago Segura en 'Padre no hay más que uno 3'
Lucía M. Cabanelas

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Lleva varios años salvando la taquilla a golpe de carcajada, consciente de que el público necesita reír en cualquier momento, sobre todo con tanta desgracia. «La risa siempre es necesaria», reconoce en una entrevista con ABC Santiago Segura. Con la tranquilidad de quien sabe que su fórmula funciona, el actor y director se atrevió a adelantar el estreno de 'A todo tren: Destino Asturias' en plena pandemia, cuando nadie quería estrenar en salas; ahora, después de reflotar el cine familiar con el exitoso periplo comercial de las dos primeras entregas de 'Padre no hay más que uno' , va a por todas con la tercera, la comedia del verano que, por ser el rey de la taquilla de España, se permite ambientar en Navidad. «Estaré loco, pero las dos que se han estrenado en verano ambientadas en Navidad han triunfado», dice Segura, en referencia a 'Gremlins 2' o 'La jungla de cristal'.

Y quizás tiene sentido eso de refugiarse de la ola de calor dentro de una sala. «Va a ser muy refrescante, un soplo de aire fresco. Cuando estás acalorado vas y ves a los niños cantando villancicos... te da un subidón», explica el actor, para quien la «razón auténtica» de su cita anual con el público es que siempre ha querido hacer un clásico navideño, como 'La gran familia', que veía de pequeño y ahora le recuerda a su infancia. Aspira a convertir 'Padre no hay más que uno 3' en eso, una película que retrata una época y a la que volver dentro de unos años, viajando en el tiempo, perdido en recuerdos. «El cine siempre ha sido eso», concede Segura, rodeado de un reparto que, admite, es un lujo y todo corazón, desde la actriz Toni Acosta a sus hijas dentro y fuera de la pantalla, Calma y Sirena Segura.

Escena de 'Padre no hay más que uno 3'

Si en la anterior película la familia lidió con el terremoto Loles León, en 'Padre no hay más que uno 3' consuelan al suegro/abuelo al que interpreta Carlos Iglesias, abandonado por su mujer. Todo mientras los niños, que rompen una figura del Belén en plena trastada, se las ingenian en una simpática aventura para salvar el castigo. «El efecto que quiero conseguir es esa sonrisa que se te pone sin querer, de oreja a oreja. Creo que hace falta cine amable. Algo amable no parece algo bueno o maravilloso, pero yo creo que la amabilidad es algo que necesitamos, igual que la sonrisa», admite Santiago Segura.

Su deuda, admite, es con el público . «Es lo único que me importa. A mí ir al Festival de Cannes... no es mi meta. Mi meta es que el mayor número de gente se ría y disfrute con esta película», asegura el director de 'Padre no hay más que uno 3', convencido de que cada uno tiene que hacer aquello con lo que se sienta cómodo o para lo que se sienta dotado. «A mí no se me ocurre hacer cine de autor. Yo hago el cine que me gustaría ver y he tenido la gran suerte de que me sale bien y de que me gusta. Y como mis gustos son bastante de la media, le gusta a mucha gente. El menosprecio es lógico porque la comedia no es seria, reírse no es serio. Parece que la risa le resta seriedad a las cosas, pero es sanadora. Necesitamos reírnos para sobrevivir», cuenta Santiago Segura.

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