Hubo que esperar hasta bien entrado el siglo XXI para que una mujer recibiera la estatuilla del Oscar por su trabajo como directora (en 2009); en el caso de las actrices, la primera afroamericana en recogerla no lo hizo hasta 2001
Halle Berry, primera mujer afroamericana en ganar un Oscar a mejor actriz principal (en 2001, por «Monster's Ball»)