El papel más desconocido de Kirk Douglas

El intérprete, leyenda del Hollywood dorado, plasmó su hoyuelo en películas como «Espartaco» y «Senderos de gloria», pero cambió su marca de la casa por el amarillo en su aparición más discreta

Muere Kirk Douglas a los 103 años

El valioso consejo que Kirk Douglas dio a un importante directivo de Hollywood

Kirk Douglas como Van Gogh en «El loco del pelo rojo»

L. M. Cabanelas

Kirk Douglas ha muerto a los 103 años y, con su partida, desaparece uno de los últimos vestigios, junto a Olivia de Havilland , del Hollywood dorado. El legendario actor, ninguneado por unos Premios Oscar a los que aspiró sin suerte en tres ocasiones, se tuvo que conformar con el galardón honorífico, en un reconocimiento que llegó tarde, en 1996, por su medio siglo de dedicación al cine. Como tantos otros, un reconocimiento a todas luces insuficiente.

Con más de 80 títulos en su filmografía, Kirk Douglas plasmó su hoyuelo en el menton en diferentes épocas y géneros, desde el péplum al bélico, gracias a sus memorables interpretaciones en películas míticas como «Espartaco», «Senderos de gloria», «Cautivos del mal» o «El ídolo de barro», pero también en el Vincent Van Gogh al que dio vida en «El loco del pelo rojo», sin oreja pero con la marca de la casa del actor.

Como escribe Federico Marín, Kirk Douglas tenía casi tantos años como el cine, pero también experiencia en televisión, faceta esta mucho más desconocida.

En 1996, apenas le quedaban un par de filmes que aportar a su dilatada carrera cinematográfica, que entraba ya en su recta final. No así su vida, que se prolongó hasta los 103 años , hasta la madrugada de este jueves, cuando el padre del actor Michael Douglas falleció.

Fue ese año, a mediados de la década de los noventa, cuando el legendario Kirk Douglas prestó su voz a Chester J. Lampwick, personaje de «Los Simpson» . Aunque la ficción creada por Matt Groening pensó originalmente en fichar al actor William Hickey para el papel, tras su rechazo le llegó el turno al que fuera Espartaco, que dobló al entrañable (y a veces airado) mendigo de la longeva serie animada en el capítulo «El día que murió la violencia» .

El intérprete, gloria de los mejores años de la industria del cine, era algo más que un hombre a un hoyuelo pegado , como demostró en numerosas ocasiones, al desaparecer tras la huella imborrable de sus personajes. «Espero que mi atractivo se deba a algo más que a mi mentón», advirtió Kirk Douglas cuando su carrera artística estaba próxima a acabar. Y lo demostró en el que fue uno de sus papeles más desconocidos, que le llegó en el ocaso de su profesión, siempre ingrata, cuando apenas le quedaban por rodar tres títulos más.

Y, aún así, eterno Kirk Douglas , su vida continuó hasta traspasar la barrera del siglo, y su memoria, sempiterna, lo hará para siempre.

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