FESTIVAL DE CANNES
Claire Denis y ‘Stars at Noon’ sin fuerza política ni pegada romántica
Dos actrices, Margaret Qualley, hija de Andy MacDowell, y la iraní Taraneh Alidoosti, lo mejor del último cine a competición
Con la meta ya a la vista llegan las prisas, los nervios, el ‘sprint’, que, como en los del Tour, traen sus codazos, volantazos y apreturas. En solo unas horas salen cinco películas a competir y, entre ellas, dos que tienen gran interés, la de Albert Serra y la de Hirokazu Koreeda , y programan a la misma hora que la de este último un pase de la película de Baz Luhrmann titulada ‘Elvis’ , que, como es natural, se dejará para mejor ocasión. Aún no hemos llegado al extremo de postergar una película del magnífico Koreeda para ver una de Luhrman, que, como sabemos lo que hizo con Shakespeare, el Moulin Rouge y Scott Fitzgerald, puede esperar a que veamos lo que hace con Presley.
Las dos de la competición en la jornada , la iraní ‘Leila’s Brothers’ , de Saeed Roustayi, y la francesa ‘Stars at Noon’ , de Claire Denis, no dieron la impresión de ganarse un sitio entre las favoritas, aunque las dos tenían una actriz con fuerza y ganas de pelearle el premio a cualquier otra, Margaret Qualley (hija de Andie MacDowell) y Taraneh Alidoosti, lo mejor de la iraní.
No está en esa lista, pero el cine de Claire Denis produce mucho entusiasmo crítico , y la presentada aquí, ‘Stars at Noon’, tiene algo que se echaba en falta en este festival: primera película que alude al tiempo de pandemia , que salen ocasionalmente mascarillas y algún que otro test naricero… Chocaba el silencio total sobre los dos últimos años del mundo. Por lo demás, ocurre en Nicaragua durante las últimas elecciones y en un ambiente de violencia, mafia e inseguridad; la protagonista es una joven americana, periodista sin acreditar y que se prostituye para recuperar su pasaporte y salir de allí. No hay mucho criterio ni en el guion ni en las intenciones de Denis, que duda entre volcarse en una historia de espionaje y política o entre una pasional y romántica. El único gancho es Margaret Qualley MacDowell .
Del iraní Saeed Rousteyí estrenarán en España en unas semanas su anterior película, ‘La ley de Teheran’ , un duro thriller sobre la droga en su país y la pena de muerte por consumirla. La vista aquí tiene otro tono y dureza, es la historia de una familia, la de Leila, sus hermanos y sus padres, y el conflicto enorme que surge cuando al anciano lo eligen como padrino de una boda familiar, lo que supone gastar todos sus ahorros y más en el dichoso regalo (al parecer, es un honor insuperable el ser el pagafantas de la boda). El padre, terco; los hermanos, perdedores y pelados, y ella, Leila, la única con carácter, personalidad y cabeza, pues es mujer y, por lo tanto, alguien a quien despreciar. ‘Leila’s Brothers’ es larguísima, penosa y solo interesante si te atraen los detalles, manejos y cambalaches entre socios, primos y parentela iraní. La verdad es que, aunque la historia es un drama gordo tras otro, si hubiera torcido hacia la comedia quizá habría sido mejor.
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