La Berlinale abre con una carta de amor a la literatura y a los fans

«Mi año con Salinger» inaugura fuera de concurso la 70 edición de la muestra

Jeremy Irons Afp

David Martos

La Berlinale número 70, que arrancó motores ayer algo ensimismada por las acusaciones contra su primer director de haber pertenecido al partido nazi, decidía a su vez inaugurar la muestra con una película –fuera de concurso– que apuesta por el valor de las palabras. Que mira, de hecho, a un tiempo no tan lejano [hablamos de 1995] en el que escribir correos electrónicos era percibido por la sociedad como una excentricidad pasajera. «Mi año con Salinger» , la cinta del canadiense Philippe Falardeau, basada en un libro autobiográfico de Joanna Rakoff, cuenta exactamente eso: el despertar a la edad adulta –en lo cultural y en lo biológico– de una joven asistente en una agencia literaria de Nueva York, encargada de gestionar las publicaciones de J. D. Salinger .

La veinteañera de la película, que interpreta a la propia autora, es la actriz Margaret Qualley –se ha dado a conocer este año por su papel en la última película de Tarantino–, y la agente que guarda celosamente la privacidad de Salinger es Sigourney Weaver, que convierte el set de la película en una especie de nave nodriza de la literatura. El «alien», en el caso que nos ocupa, son los fans del autor de «El guardián entre el centeno», que inundan la agencia de cartas para pedirle consejo, para expresarle su admiración, para conocerle. El personaje de Qualley recibe de Weaver la tediosa tarea, aunque ella la encontrará apasionante, de responder a esos admiradores con un genérico «no, gracias, el señor Salinger no desea recibir su correspondencia».

«Lo maravilloso de la película es que muestra a todos los fans de Salinger», decía Sigourney Weaver en la rueda de prensa de presentación de la película. «Nosotros, los actores, tenemos una relación muy distante con los fans. Estamos protegidos la mayor parte del tiempo. Y creo que los fans no reciben el reconocimiento suficiente en nuestro negocio. ¡Son las personas para las que trabajamos, aman el cine!», reivindicaba la protagonista de «Avatar». «La primera vez que vi a Sigourney», confesaba a su lado Margaret Qualley , «tuve que contenerme durante un buen rato. Pero al acabar de leer el guión tuve que decirle que me encanta “Alien”, que la adoro, la abrazaba una y otra vez… así que yo también soy una fan».

La cinta, que se estrenará en España en 2021, es un auténtico muestrario de la vida urbanita y culta en una Nueva York que ya no existe. Con reminiscencias, por la relación mentora-aprendiz, de « El diablo viste de Prada ». «Nuestra película no es así», defendía Weaver, calificándola de «carta de amor a la literatura».

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