FESTIVAL DE CANNES
Albert Serra sale en tromba con ‘Pacifiction’ a por la Palma de Oro
Sorogoyen presenta su magnífica y tremebunda película ‘As bestas’ en una jornada inusual de cine español, con ministro incluido
Albert Serra: «Por qué vas a gastar diez euros en ver una película si por ese dinero tienes en Netflix cientos»
Grandía de cine español en Cannes, una película que compite por la Palma de Oro, ‘Pacifiction’, de Albert Serra , y ‘As bestas’, de Rodrigo Sorogoyen en la sección Cannes Première. Claro que, si se rasca, se ve que ambas son de coproducción francesa, y si se rasca un poco más se ve que todo el cine español que ha venido este año es coproducción francesa, es decir, además de estas dos, también ‘El agua’, de Elena López Riera , y ‘Goya, el ojo que escucha’ (que en Francia se titula ‘L’ombre de Goya, par Jean-Claude Carrière’), de López Linares. Pero se retoma la frase donde se dejó: Gran día de cine español en Cannes y aquí estuvo el Ministro de Cultura (español y en coproducción con…) para celebrarlo.
‘Pacifiction’ expuso todas sus cualidades para contar en la pelea por la Palma de Oro, está primorosamente rodada en la Polinesia francesa, tiene un protagonista francés, Benoît Magimel que ya ha ganado aquí un premio de interpretación, apunta una clara intención política, nuclear y global, consigue mantener la intriga argumental y visual durante su enorme metraje y posee esa temperatura y aroma especiales tan atractivos para un festival como este. Albert Serra ha afinado y afilado sus peculiaridades cinematográficas al servicio de su historia, y sin perder totalmente su inclinación al ‘capricho’ se le aprecia un algo más de interés por lo narrativo y el desarrollo del relato.
Hay en el argumento dos buenos personajes, el que interpreta Magimel de alto funcionario de la República destinado allí y el esquivo y sugerente que interpreta el actor/actriz Pahoa Mahagafanau, cuya presencia le otorga peso, carga, ‘promesa’…, algo que sin ella dejaría a la película sin sombra. Además de dirigir, Albert Serra ha escrito el guion, y tal vez le hubiera convenido la compañía de otro guionista que no le entienda tan bien como se entiende él para que lo singular de este director se equilibrara sin que sobren personajes y piezas sueltas , y los que haya estén bien construidos y tengan su función o disfunción narrativa.
Hay en ‘Pacifiction’ grandes momentos de rodaje gozoso de mar, olas, surf, barcos…, de captura excepcional de momentos y paisajes , de ambientación oscura, nocturna, pegajosa y peligrosa y un gran esfuerzo por parte del director para que el diálogo y la acción se expliquen sin esclarecerse, sin caer en lo obvio. Por empaque, intención y solución nadie debería descartarla para el premio.
La de Sorogoyen , ‘As bestas’, no compite pero es una película que te desaloja del cuerpo cualquier brizna de aire, te deja al vacío con esa historia en una aldea perdida de Galicia y con unos personajes tan bien escritos e interpretados, tan llenos de razones, sinrazones, riquezas y miserias que la película hierve de principio a fin. Un matrimonio francés se instala en la aldea con propósitos tranquilos y ecológicos con la agricultura y la conservación del paisaje, y chocan con los intereses de algunos paisanos hartos del abandono, la precariedad y la murria de generaciones. La venta de terreno para convertirlo en parque eólico es su solución, pero es un todo o nada que la pareja francesa no está dispuesta a admitir. Sorogoyen construye thriller, wéstern, cine naturalista, social… Sorogoyen es un cineasta grande y coloca cada pincelada, cada color, cada gesto, sentimiento y argumento en su lugar e instante precisos. Todas las interpretaciones son mayúsculas , pero la de Luis Zahera es tremenda, impresionante, una barbaridad.
La competición mostró además las películas de Kore Eda, ‘Broker’ , y de Lukas Dhont, ‘Close’ . El primero, que ganó la Palma de Oro con ‘Un asunto de familia’, retoma aquí sus temas favoritos, la familia, la adopción, el valor de la sangre y del ‘roce’ y, en fin, ese trazo entre lo sentimental, lo humano, lo humorístico, lo moral y lo legal. Alrededor de un recién nacido abandonado por su madre, Kore Eda construye una historia de sentimientos y de investigación policial muy apta para ser vista y disfrutada, pero con algunos componentes de riesgo (la ha rodado en Corea y tal vez allí no lo sean), como esa evidente postura a favor de no abortar, de asumir la maternidad se asuma o no después el papel de madre. En fin, un asunto gigantesco resuelto con sencillez y corazón por Kore Eda.
En ‘Close’, Lukas Dhont expone otro asunto tan gigantesco o más, y con una sutileza impresionante y sin caer en el más leve tópico. Dos amigos de trece años, inseparables , casi hermanos, con una dependencia absoluta del uno en el otro y que, un comentario sin maldad de algunas compañeras del cole (les preguntan si son pareja) cambia radicalmente la situación entre ellos. El tratamiento de lo dramático, su salto (elegante, contenido) a lo trágico está lleno de emoción y es un avispero para la reflexión.
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