Tamburello: el tenis que se juega con panderetas

Equipos de seis naciones competirán hasta el domingo en Madrid la Copa de Europa de Tamburello, un juego nacido en la Edad Media del que descienden los deportes de raqueta

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando el Tamburello desembarcó en España, allá por el año 2002, Rafa Nadal se convertía en el tenista más joven de la historia en ganar un partido en un torneo oficial de la ATP. Eran los inicios de dos mundos, a la postre antagónicos, pero singularmente relacionados en su embrión. En el siglo XIX nació en Francia un deporte medieval que el paso del tiempo bautizaría como el antecesor del tenis moderno. Un juego que tras resistir en Italia y la Costa Azul francesa a la absorción mediática de su «primogénito», llega ahora a Perales de Tajuña para buscar el empujón definitivo que necesita dentro del territorio nacional.

La localidad madrileña acoge el fin de semana la XXIV edición de la Copa de Europa de Tamburello Indoor, que reúne a los 20 mejores equipos procedentes de Italia, Francia, Reino Unido, Alemania o Hungría.

Y entre ellos, dos españoles: Tamburello Madrid, en categoría masculina; y Tamburello Madrid Sur, en femenina. Aunque reconocen estar lejos de las grandes potencias, nada frena el ánimo de los conjuntos anfitriones. «Los favoritos son los italianos, pero nosotros aspiramos a quedar cuartos. Sería un resultado fantástico y más con las bajas por lesión de algunos de nuestros mejores jugadores», advierte, Ricardo Ruiz, secretario de la Asociación Española de Tamburello e integrante del club Tamburello Madrid.

Pese a que el juego original se disputa al aire libre, con cinco jugadores por equipo; la especialidad cubierta, en un campo más reducido y solo tres en cada bando, es la más extendida en suelo español. «Es más fácil ponerla en práctica», prosigue. El tanteo es similar al del tenis, pero no se golpea a la pelota con una raqueta, sino con un implemento llamado tamburello, que da nombre al juego. Y, al menos en la especialidad Indoor, el campo tampoco está dividido por una red.

Requisitos internacionales

Para difundir su existencia, nada mejor que un campeonato en el que Perales de Tajuña compartirá protagonismo con las localidades vecinas de Tielmes y Orusco de Tajuña. «Ante la gran acogida de la federación internacional, tuvimos que buscar dos sedes más porque para la Copa de Europa se necesitan tres», señala el organizador del evento y también miembro del Tamburello Madrid, Miguel Polo. La tarea no resultó sencilla. El alojamiento de las más de 120 personas entre jugadores y familiares fue uno de varios quebraderos de cabeza. «La mayoría de plantillas están hospedadas en un hotel de Arganda del Rey», subraya Polo. «Además, tuvimos que conseguir linieres porque la federación solo nos envía ocho árbitros», añade aliviado.

El esfuerzo tiene ahora su recompensa con el primer campeonato de Europa celebrado en Madrid. Por el pabellón municipal de Perales pasarán el director general de Deportes de la Comunidad de Madrid, Pablo Salazar, así como los delegados de las embajadas de cada país participante. «Con la celebración del campeonato no sólo buscábamos fomentar el deporte, sino también dar una visibilidad para toda la zona», explica la alcaldesa de Perales de Tajuña, Yolanda Cuenca. Por si fuera poco, este viernes no es un día cualquiera en el municipio: «Hicimos coincidir ayer la fecha del arranque con una fiesta patronal en la que siempre preparamos un cocido popular». Pensado tradicionalmente para satisfacer las necesidades culinarias de 400 comensales, la masiva afluencia provocó este año un aumento significativo de raciones: «Lo tuvimos que planificar para más de 800».

Instrumentos musicales

En un primer momento, para jugar al Tamburello y a otros deportes de «raqueta» bastaba con usar algunos instrumentos musicales de la época. «Desde tambores hasta panderetas, como es nuestro caso», apunta Ruiz. Una pieza de madera, con un trozo de piel de cabra o de oveja a modo de cordaje y ya estaba montado el partido. «Igual que el fútbol empezó con balones de piel de cabra», apoya. Posteriormente, comenzaron a fabricarse herramientas de plástico reforzado por un hilo de nailon sobre el que se tensa una tela sintética.

A pesar de que posee un historial de casi doscientos años de antigüedad, el Tamburello no llegaría a España hasta recién entrado el siglo XXI: «En 2002, en Salamanca, nombrada Capital Europea de la Cultura, un italiano nos enseñó su existencia y entre varios alumnos de INEF de Madrid creamos un equipo de entrenamiento. Y dos años después, en el Fórum de Barcelona, nos juntamos con estudiantes de allí y empezamos a competir», sentencia Ruiz, uno de los veteranos.

Doce años después, nuestro país cuenta con una decena de clubes -en Madrid, Galicia, Almería o Granada- que luchan entre sí por alzarse con la Liga. El siguiente paso, instaurar una Copa como en otras disciplinas.

Ver los comentarios