Música

Ramírez Exposure: «El individualismo amable es el único camino que nos queda a los jóvenes de hoy»

Este artesano pop presenta «Young Is The New Old», producido por Ken Stringfellow y Marc Jonson, dentro del ciclo SON Estrella Galicia

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Ramirez Exposure es el alter ego del valenciano Víctor Ramírez, cuyo primer álbum «Book Of Youth» contó con una magnífica acogida en la prensa. En mayo de 2016, viajó a Nueva York y Nueva Jersey para grabar «Young Is The New Old». El año pasado, tras girar por España con Jacco Gardner, se alió con Ken Stringfellow (The Posies, Big Star. R.E.M.) para grabar dos nuevos singles, uno de los cuales era una versión del estadounidense Marc Jonson, uno de sus ídolos. El propio Jonson escuchó el tema y se ofreció a producirle su segundo disco, de tal manera que en mayo de 2016 se grabó entre Nueva York y Nueva Jersey «Young Is The New Old», autoeditado y con distribución de Munster Records.

Los títulos de sus discos aluden a la juventud. ¿Está en una etapa temática, por decirlo así?

Es temático, por supuesto. Aunque no trato de encumbrar lo que ser joven significa porque me produce mucho rechazo esa obsesión por glorificar de forma simplista todo lo que la juventud representa. Los jóvenes de hoy en día somos otra cosa. La temática de este disco gira en torno a la búsqueda de sueños poco convencionales basados en un individualismo que como mínimo sea amable y justo. Es el único camino que nos queda a los jóvenes de hoy en día.

¿Cómo surgió su pasión por Marc Jonson, y en qué cree que le ha marcado? ¿Recomienda conocer en persona a nuestros héroes musicales?

Marc vive y siente la música pop de una forma muy particular. Su música es muy emocionante y él es auténtico de verdad. Tiene ese «algo» que muy pocos artistas tienen. De ahí surge mi pasión por su música, de todas esas cualidades que tanto valoro. Me atrae la autenticidad en las personas. Lo supe en cuanto descubrí su música. A priori, no soy partidario de conocer a los ídolos, puedes llevarte una gran decepción. Pero en mi caso con Marc Jonson estaba convencido de que tenía que suceder y acabé corriendo el riesgo. Se convirtió en un sueño poco convencional hecho realidad. Creo que es muy auténtico lo que ha sucedido al encontrarnos y de alguna manera siento que nos hemos rescatado mutuamente. Estuvimos un mes entero grabando estas canciones. Me encanta el hecho de no haber grabado nada de forma precipitada. Odio cuando eso ocurre. Pero en este caso, hemos tenido mucho tiempo para encontrar lo que queríamos y para probar muchas cosas distintas antes de tomar decisiones definitivas. Se creó una atmósfera increíble de trabajo y eso ha quedado muy bien reflejado en el resultado final.

¿Cómo conseguió colaboraciones tan flamantes como las de Richard Lloyd y Brian Young? ¿Cómo fue trabajar con ellos?

Una noche después de grabar, Marc me preguntó si conocía a una banda de NY de mediados de los 70 llamada Television, y yo le dije que por supuesto, que eran historia viva de la música y que me encantaban. A raíz de eso me contó que Richard Lloyd era un buen amigo suyo y me propuso mandarle mis canciones con la intención de que colaborase en el disco. Lo llamó por teléfono delante de mí y Lloyd le respondió que si le gustaban las canciones lo haría. Semanas después Lloyd nos mandó un montón de pistas de guitarras al más puro estilo Television que se pueden escuchar en la canción de «The Heartbreak Kid». El simple hecho de que el hombre que formó parte de discos tan fenomenales como «Marquee Moon» y «Adventure» colabore en mi disco es absolutamente maravilloso. Por otro lado, Brian Young escuchó las canciones que grabé con Ken Stringfellow y decidió que quería colaborar en mi disco. Ambos son personas muy humildes y profesionales y es un gran honor que formen parte de estas canciones.

¿Cómo influye la soledad en su proceso creativo?

La soledad es una buena amiga para mí. Es importante para el proceso creativo estar a solas con uno mismo. Ese tipo de soledad ayuda al artista a descubrirse y a entenderse. Solo compongo cuando siento que debo hacerlo. Es un proceso que me ayuda a ordenar mis emociones de manera muy positiva. No es un mero ejercicio. Suelo desechar muchas ideas y solo sigo adelante con las que me sorprenden de verdad.

¿Hasta qué punto da importancia a las letras? Quiero decir, la musicalidad y la fonética se imponen sobre el contenido si es necesario?

Las letras de mis canciones son muy importantes para mí pero obviamente la musicalidad y la fonética mandan. Intento que ambas cosas vayan de la mano. Eso sí, nunca hago rimas absurdas o pareados resultones para encontrar un atajo que me lleve a la musicalidad. Mis letras son mis historias y se prestan a mil interpretaciones precisamente porque son abstractas. En ellas ofrezco al oyente un paisaje abstracto. Si por ejemplo prestas atención a la letra de «The Heartbreak Kid», es una autentica marcianada pero representa el pequeño mundo que yo me he creado y en el que me siento a gusto. Hay que huir de los clichés, siempre. Eso tiene un sentido muy importante para mí. Neil Young es un buen referente en esto que te comento.

¿Qué recorrido en directo ha tenido dentro y fuera de España con Ramirez Exposure?

El disco acaba de salir ahora. El último año lo dediqué a la grabación de este disco a y a la colaboración con Marc Jonson. Hicimos una extensa gira por toda España que coincidió con mi actuación en el FIB. Ha sido una etapa de transición que justo ahora empieza a consolidarse. En marzo estuve en el festival de música SXSW de Austin que fue una gran experiencia. Allí di nueve conciertos con mi banda y después volé a Seattle para dar otro concierto. Ahora tengo pendiente una gira con la banda Luna el próximo mes de octubre. Espero poder seguir avanzando dentro y fuera de mi país.

¿Qué le parece el telonero de sus próximos bolos, Lois?

Debo matizar que Lois no es el telonero. Es un cartel compartido. Nos pareció una buena oportunidad eso de tocar juntos coincidiendo con mi nuevo disco y sus nuevas canciones. Lois es un currante que no cesa en su búsqueda de emociones. Entiendo su forma de hacer música y me gusta mucho. Es un placer compartir cartel con él en los conciertos de presentación.

Creo que mostró el disco a varios sellos pero no se interesaron. ¿Le decepcionó o iba de puerta en puerta con pocas expectativas? ¿Están puestos al día los sellos indies? ¿O están un poco vetustos como las multis?

Yo creo que hoy en día la mayoría de sellos «independientes» de este país buscan cosas que estén en la onda, respondiendo así a las modas imperantes. Eso ha sido siempre así pero hoy en día resulta muy poco natural. Luego hay otros sellos que son más valientes y se centran en el desarrollo de las trayectorias de los artistas por los que apuestan. Hay de todo. Yo desde el principio me he sentido un poco desplazado con el tema de los sellos de aquí, básicamente porque no firmaría un contrato 360º, que es lo que busca la mayoría de ellos. Simplemente es un modelo que no me interesa. Yo creo que el manager ha de ser independiente de la discográfica y no parte de ella. Creo en el modelo manager-artista. Esa relación es importante y es lo que muchos músicos independientes reivindicamos en estos momentos.

Supongo que conoce a los coruñeses Fogbound. Son fenomenales, pero hay quien dice despectivamente que «parece que se les ha parado el reloj en el 67 y no saben hacer nada fresco y moderno». ¿Le han dicho algo parecido alguna vez?

Sí, los conozco. Me parece un grupo muy digno y son buenos músicos. En el siglo XXI es muy difícil inventar algo nuevo a no ser que seas Panda Bear o un super genio. Tampoco era esa mi intención. Cada uno es libre de hacer lo que quiera. Lo cierto es que yo nunca he pretendido hacer música de los años 60 pero no te voy a negar que es una época que nunca viví y por eso y muchas razones me atrae especialmente. A mí algunas personas me suelen decir que he sabido trasladar muy bien las influencias clásicas de los años 60 a mi momento vital actual y a mi generación. Para mí, lo más importante es hacer buenas canciones. Doy mucha importancia a las buenas melodías, lo son todo para mí. Es lo que más me impacta de las canciones que me enamoran. Me interesa todo aquello que despierta emoción en mí. Todo eso suele ser atemporal y personal.

¿Es más del circuito sixtie, o también va metiendo cabeza en festivales indies?

No me gusta ni me interesa que mi música se circunscriba a ningún circuito porque no me gustan las etiquetas. Cuanto más gente escuche y disfrute de mi música mejor. Huyo continuamente de las modas y etiquetas. Que me asocien al indie, a los 60s y a los 90s me parece muy bien pero no me cuelgo yo esas etiquetas. Respeto a todo el público por igual.

¿Quién es el último músico que le ha dejado fascinado?

Aquí en España me viene la cabeza Aries. Isa Fernández hace música increíble y tiene una personalidad única. También acabo de escuchar lo último de Arcade Fire. Me molesta un poco admitirte que encuentro una gran emoción en toda esa grandilocuencia musical que a mí de normal me tira bastante para atrás. Pero «Everything Now» tiene ese poder especial que te atrae y no te suelta. Y por último, el otro día me pasaron una versión de «In My Room» de The Beach Boys interpretada por Jacob Collier, un músico de jazz que solo tiene 22 años. Me voló bastante la cabeza también.

¿Qué hay de sus proyectos musicales al margen de Ramirez Exposure?

Empecé en una banda de pop psicodélico llamada Oh, Libia! y quién sabe si acabaremos grabando un tercer disco en el futuro. Por otro lado, pasé una temporada fantástica tocando con Tórtel durante varios años y después junto a Remi Carreres sacamos el disco de Coleccionistas, pero era un proyecto puntual. Sin embargo, desde hace más de un año he decidido que quiero dedicarme exclusivamente a este proyecto.

Cuándo: miércoles 7 de junio, 22:00h

Dónde: Teatro del Arte, Madrid. SON Estrella Galicia

Precio: oferta limitada 8€ / anticipada 10€ / taquilla 12€

Venta de entradas: Ticketea

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