VISITA. Zapatero, el martes en la localidad riojana de Alfaro. / EFE
ESPAÑA

Zapatero mantiene la incógnita sobre el momento de anunciar el diálogo con ETA

El presidente del Gobierno informará de la apertura de los contactos este miércoles o mañana, día en que se cierra el periodo de sesiones

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A falta de dos días para que se cierre el Parlamento, el presidente del Gobierno mantiene su compromiso de comparecer en el Congreso para anunciar la apertura de un diálogo con ETA. Pero José Luis Rodríguez Zapatero no ha desvelado si será hoy miércoles o mañana y qué formato utilizará. El presidente «dirá cómo y cuándo», pero «no falta mucho», comentó la vicepresidenta del Ejecutivo. El empeño de José Luis Rodríguez Zapatero en mantener en secreto el momento en que anunciará al Congreso la apertura del proceso de paz ha creado un clima mezcla de malestar e incertidumbre en la Cámara Baja. «Extravagante, chapuza, incomprensible, parece que es un acto vergonzoso», son algunos de los comentarios de portavoces de los grupos parlamentarios y reputados miembros de la Mesa del Congreso para referirse a la actitud de Rodríguez Zapatero y su tozudez en no explicar qué día ni bajo que fórmula anunciará la apertura de los contactos con ETA. La Moncloa insiste, pese a todo, en que será este mes y sólo quedan dos días hábiles.

La sorpresa surgió cuando el secretario de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño, dejó pasar la primera oportunidad de despejar la incógnita y no solicitó en la reunión de la junta de portavoces de ayer la inclusión de un nuevo punto en el orden del día del pleno con la comparecencia del presidente del Gobierno. Se limitó a pedir la introducción en el pleno del jueves de la convalidación de dos decretos ley, uno de ellos reconoce el derecho a las parejas de hecho de las víctimas del terrorismo a percibir indemnizaciones.

El resultado es que no está prevista ninguna intervención de Rodríguez Zapatero ante el pleno más allá de las respuestas en la sesión de control de hoy miércoles a las tres preguntas de la oposición, y ninguna se refiere al proceso de paz; versan sobre inmigración, competencias autonómicas y vuelos de la CIA. El presidente del Gobierno tiene, no obstante, la prerrogativa de intervenir en el hemiciclo cuando quiera, y ésa es la fórmula que se perfila como la más probable. Las razones del mutismo presidencial son otro misterio. Fuentes parlamentarias socialistas atribuyen el silencio a que el jefe del Ejecutivo quiere acordar primero con el jefe de la oposición el momento de hacer el anuncio ante los diputados y evitar así que Mariano Rajoy se entere por los medios de comunicación, como ya ocurrió con la reunión entre el Partido Socialista de Euskadi y Batasuna. María Teresa Fernández de la Vega evitó confirmar en un desayuno informativo si el presidente del Gobierno ya ha hablado con el líder del PP sobre el asunto; se limitó a comentar que Rodríguez Zapatero hace «todo el trabajo» para «tender puentes» con el partido opositor, y «el trabajo se está haciendo».

Fernández de la Vega reclamó «un voto de confianza» para el presidente del Gobierno en la gestión del proceso de paz ya que, en alusión al PP, «sembrar la sospecha, rechazar de plano las posibilidades de terminar para siempre con la lacra del terrorismo es impropio» de un partido con perspectivas de gobernar algún día. Aseguró que la búsqueda del final de la violencia camina ya por cauces de «irreversibilidad» con unos límites claros en «la Constitución y la ley», así como el respeto a «la memoria de las víctimas».

La presencia de Rodríguez Zapatero en el hemiciclo es un compromiso suyo, no exigido por ninguna disposición reglamentaria o de procedimiento, y figura en la resolución aprobada el 17 de mayo del año pasado en el debate sobre el estado de la nación que abrió las puertas a los contactos con ETA previo cese de la violencia. El PP considera innecesaria la comparecencia del presidente del Gobierno porque no hay nada de qué hablar con la organización terrorista. CiU y PNV comparten la opinión de los populares, pero por razones distintas, ya que creen que el jefe del Ejecutivo ya tiene el aval de la mayoría del Congreso.