DECO se ha convertido en una pieza clave para Scolari . / AP
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Sin miedo a la especulación El 4-3-3 genético de los 'oranje'

Portugal y Holanda escenifican una eliminatoria abierta, incierta, con los lusos con ventaja en la guerra mental

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Portugal-Holanda. Pronóstico incierto. Los de Van Basten saldrán dispuestos a liquidar cuentas pendientes. Como la semifinal de la pasada Eurocopa o los quince años en los que que su selección no gana a la lusa. Scolari disfruta de su récord de diez triunfos seguidos en un Mundial y sabe que llegar a cuartos depende en gran parte de frenar a Robben.

Si Portugal y Holanda son fieles a sus principios futbolísticos y sus jugadores están medianamente inspirados se puede ver un encuentro apasionante. Las dos selecciones poseen el talento suficiente como para presentar batalla sin miedo a la especulación. La experiencia de un técnico trotamundos y campeón del mundo (Scolari) frente a la juventud de un entrenador que ha comenzado su carrera en la selección de su país (Van Basten). Sobre el campo una exposición de jugadores a disposición de sus respectivos colectivos.

Los dos equipos han dado muestra de su fortaleza en la primera fase. Portugal está en racha y, por segunda vez en su historia, ha conseguido superar la criba de la liguilla inicial. Scolari pisa las huellas de otro técnico brasileño, Otto Gloria, que en el Mundial de 1966 llevó al equipo de Eusebio a las semifinales. Treinta victorias -las diecisiete últimas consecutivas- en 46 partidos acumula la selección desde que Scolari se sienta en su banquillo.

Ideas claras

Portugal sabe ahora a qué juega y explota la mezcla de una generación de jugadores que se preparó para ganar su Eurocopa -perdió la final contra Grecia- y que ha llegado a este Mundial en plenitud. Prácticamente es el mismo equipo de hace dos años, con la obligada baja del lesionado Andrade y la entrada de Fernando Meira en su lugar. Mantiene, de entonces, hasta el mismo patrón de juego y es uno de los pocos equipos que alinea dos medios centros defensivos (Maniche y Petit), sin olvidar al ya atlético Costinha que también tiene sus minutos en esa posición.

La única duda que podría tener Scolari es el lateral derecho. No porque reniegue de su titular, el valencianista Miguel, que está siendo de los mejores, sino porque Paulo Ferreira, suplente de lujo, conoce mucho mejor a Robben, con quien comparte vestuario en el Chelsea. Podría ser una baza sicológica para frenar al hombre que ha conducido a Holanda hasta octavos.

Pierde por lesión el equipo de Van Basten a su lateral derecho, Heitinga, y parece que ocupará su puesto el central del Hamburgo, Bou-Lahrouz. Pero el verdadero enigma en el seno de los naranjas es saber si su técnico dará una oportunidad más a Van Nistelrooy o la titularidad será ya para Kuijt, hombre de total confianza del entrenador y que, hasta ahora, ha jugado cuando ha salido en las bandas, aunque su puesto es el de delantero centro.

Si quiere superar a Portugal, Holanda deberá romper la 'Robbendepedencia' que sufre el equipo. No siempre el extremo va a poder lucir como en los dos primeros partidos, en los que fue elegido mejor jugador de ambos. El dato anecdótico lo aportará Van der Sar al superar ya a Frank de Boer y sumar hoy su partido 113 como internacional holandés. De la plantilla que acudió a Corea-Japón 2002 Marco van Basten sólo ha rescatado a Cocu, que de vuelta al PSV Eindhoven se ha erigido en el alma de la selección, y al incombustible Edwin van der Saar en la portería. El técnico 'oranje' mantiene el 4-3-3, porque está en el código genético de los holandeses, pero no es la selección alegre de otras épocas; es un conjunto más italianizado. «No creo que sea típicamente holandés o italiano. Me gusta jugar bien y ganar. Es importante entretener a la gente, pero también es importante jugar para ganar», dice.

Cruyff, pero también los italianos Arrigo Sacchi y Fabio Capello, figuran en su ideario. «Cruyff afrontaba el partido siempre pensando en qué hacer cuando tienes el balón. Sacchi se centró más en los oponentes, para estar bien situado y presionar cuando ellos tenían la pelota. Y Capello fue más realista», asegura.

Hasta ahora, los resultados le dan la razón, ya que se ha convertido en el primer técnico de la selección holandesa que logra la clasificación a octavos por adelantado, con dos triunfos, pero el juego del equipo tiene muchos detractores.