Bush, con el Danubio al fondo, en su visita a Budapest tras asistir a la cumbre entre la UE y Estados Unidos. / AP
MUNDO

EE UU reclama de Irán una respuesta antes de la cumbre del G-8 en julio

Eso haría «avanzar» la negociación para resolver el problema nuclear iraní

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El Gobierno de Estados Unidos desea que las autoridades iraníes respondan a la oferta que se les presentó para que abandonen sus planes nucleares antes de la cumbre del G-8, prevista para mediados de julio en San Petersburgo (Rusia). «Sería útil tener una respuesta» antes de la cita de las naciones más industrializadas del mundo, afirmó ayer el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Steve Hadley.

Eso haría «avanzar» la negociación para resolver el problema iraní, según el responsable estadounidense, quien precisó que nadie ha puesto ningún plazo límite al régimen iraní. No obstante, vendría bien conocer su posición «antes de la serie de reuniones asociadas con el G-8», insistió, en alusión a los encuentros preparativos de la cita de los jefes de Estado o de Gobierno en San Petersburgo.

En declaraciones a la prensa en Budapest, donde acompaña al presidente, George W. Bush, en su visita oficial a Hungría, Hadley insistió en que la República Islámica sabe que tiene «semanas, no meses» para pronunciarse. Al ser preguntado si la fecha del 22 de agosto fijada por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, para responder a la oferta entra dentro de ese plazo de «semanas», Hadley dejó entrever que no. Desde que se puso la oferta sobre la mesa, a principios de junio, hasta el próximo 22 de agosto, «empieza a parecer más que son meses», añadió.

La propuesta que se les ha ofrecido a los responsables iraníes es «constructiva», según el Consejero de la Casa Blanca, quien reiteró que Estados Unidos espera y confía en que den señales de que la aceptan. La respuesta, dijo, debe llegar por los mismos canales por los que les fue presentada, es decir, a través del Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común (PESC) de la UE, Javier Solana.

Si Teherán responde en positivo y, por lo tanto, suspende todas las actividades de enriquecimiento de uranio y vuelve a la mesa de negociaciones, Estados Unidos se sumará también a ese proceso de diálogo para tratar de encontrar una solución definitiva en torno al programa nuclear iraní.

«Ir más allá»

En caso de que su respuesta sea negativa, Hadley subrayó que «tenemos un acuerdo con los aliados claves» para «ir más allá» y remitir el caso al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que es el organismo competente para la eventual imposición de sanciones políticas y económicas.

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, desveló ayer por su parte que mantuvo el miércoles una «buena y larga conversación» con el negociador jefe de Irán en la crisis nuclear, Alí Larijani, y que espera reunirse con él la semana que viene. «Probablemente la semana que viene me encontraré con el señor Larijani», dijo Solana. La Unión Europea ha advertido a Teherán que «no juegue con el tiempo» y acepte cuanto antes la oferta de incentivos que le ha ofrecido la comunidad internacional para que renuncie al enriquecimiento de uranio. Lo ha hecho después de que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunciara que no responderá a este paquete hasta mediados de agosto.

En la cumbre entre la UE y Estados Unidos celebrada en Viena, el presidente norteamericano, George W. Bush, dijo que le parecía «muchísimo tiempo» retrasar la respuesta hasta agosto. «Dije semanas y no meses, y creo que este es el punto de vista de nuestros socios», señaló.

También el secretario general de la ONU, Kofi Annan, se declaró ayer convencido de que Irán está estudiando «muy en serio» la oferta de EE UU, Rusia, China, Alemania, Francia y Reino Unido para poner fin a la disputa nuclear, pero agregó que no cree que Teherán dé una respuesta antes de la Cumbre del G-8,.