Cádiz C.F.

¿Cumpleaños feliz!

Acuña, que hoy cumple 18 años, ya espera su mejor regalo, «poder jugar con el Cádiz» «Me dediqué a crecer como jugador y como persona y los últimos meses se pasaron volando»

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Cumpleaños feliz, cumpleaños por fin. Felicidades a todos los cadistas, y a uno en especial. Acuña ya tiene 18 años: puede comprar tabaco, alcohol, sacarse el carné de conducir, entrar en las discotecas, ir a la cárcel, votar a izquierda o derecha pero, sobre todo, puede jugar al fútbol. Es mayor de edad, requisito indispensable si deseas practicar este deporte de forma oficial fuera de tu país, siempre según el estricto régimen de la FIFA y bajo el loable objetivo de evitar el tráfico de menores.

23 de junio de 2006. «Llevo muchísimo tiempo esperando esta fecha y parecía que no iba a llegar nunca», reconoce el delantero. Hoy celebrará una fiesta en Asunción, en Paraguay, «que va a ser enorme. Vendrán mis amigos y la familia, y va a ser un día grande porque por fin voy a ser mayor de edad. Estoy muy emocionado y el corazón me late cada vez más rápido. En realidad todos estamos ansiosos y nerviosos porque llevamos varios días preparándola y no queremos que falle nada».

Regalo sorpresa

Le han prometido un regalo sorpresa «que estoy intentando adivinar pero no tengo ni idea». De todas formas, señala que «el mejor regalo es que ya soy mayor y podré cumplir mi sueño, que es debutar con el Cádiz, y ojalá pueda marcar algún gol en mi debut. También poder estar con mis amigos en este día tan importante, pues es algo muy especial en la vida de cada persona».

Al paraguayo se le vienen a la cabeza cientos y cientos de recuerdos que generan un año y medio en la Tacita de plata. La expectación que creó a su llegada ese mes de febrero de 2005, el ascenso de su equipo festejado en la grada, la ilusionante pretemporada que culminó con la negativa de la FIFA, el último intento en Lausanne que no obtuvo recompensa y el descenso también visto desde fuera.

«Al principio pasaba el tiempo muy lentamente, muy pesado. Pero cuando estuve en Suiza me dije un día: Voy a disfrutar y a crecer futbolísticamente y como persona, sin pensar más en ello. Y a partir de ahí todo se me ha pasado volando».

Sin ritmo de competición

Admite que «me habría venido muy bien haber disputado alguna competición y por eso quería venirme cedido a Paraguay hasta que me convencieron de que era mejor quedarme aquí». Aún así, piensa que «mi carrera ha mejorado mucho desde que llegué. Tenía el nivel de Paraguay y ahora me acerco al europeo, con mayor velocidad y fuerza gracias al entrenamiento diario. Al principio siempre chocaba y me caía al suelo, pero ya aguanto mucho más». Aún así, declara que «tengo que trabajar más pues me quedan muchos años por delante para mejorar. En lo táctico debo progresar un montón, y en lo muscular todavía puedo crecer mucho más. Llegué midiendo 1,70 y ahora estoy en 1,76, y la gente me dice que estoy bastante más fuerte aunque no me doy cuenta, pero antes era muy canijo».

Asegura que «este año he estado muy integrado en el equipo, y he sufrido como los 25 pues me sentía como ellos». Ha viajado por todos los estadios de Primera y es tajante cuando dice lo que más le ha sorprendido: «Me sorprendió el Cádiz, cómo la gente alentaba aunque bajó. Fue lo que más me impactó y me emocionó». Por último, agradece a Espárrago «todo lo que me ha enseñado, como jugador y como persona. Me amarraba la pierna buena para que le pegara con la zurda, y siempre me prestó una atención especial. Ahora Oli nos vendrá excelente porque nos conoce y sabe lo que hay y lo que falta. Como compañero me hablaba mucho y me viene muy bien que esté a mi lado».