Olga Carmona muestra su nueva novela gráfica en el Salón del Cómic de Barcelona. / LA VOZ
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Olga Carmona La vida, en viñetas de género femenino

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La presencia femenina dentro del mundillo del cómic es casi simbólica, pero eso nunca ha sido un inconveniente para que ella desarrollara lo que, poco a poco, se ha convertido en algo más que un hobby. Su pasión por el género, calificado por algunos como hijo menor dentro de la literatura, le viene desde hace años.



«Dibujo desde siempre», explica Olga Carmona, incluso antes de que decidiera dejar su localidad natal, La Línea, para trasladarse a Granada a estudiar Bellas Artes. «Pensé que era lo que me gustaba, pero el dibujo me tiraba más, así que me autopubliqué un fanzine que había hecho y logré venderlo en algunas ferias».

Desde entonces, y aunque su profesión oficial sea la de ilustradora de libros infantiles, esta joven gaditana no paró hasta conseguir publicar su primera novela gráfica Probabilidades. Eso fue hace dos años. Ahora, ha logrado que la editorial Dibbuks publique 50 años no es nada, su segundo álbum que este fin de semana se presenta en el Salón del Cómic de Barcelona.

Ella es una de las pocas mujeres -menos de una decena- que participan en este encuentro internacional, una discriminación la de este mundillo que Olga atribuye a «los géneros que se publican». Para ella, «las historias de superhéroes y de aventuras no son muy de chicas, por lo que si no hay público femenino interesado, es lógico que tampoco haya mujeres que se dediquen a eso».

A pesar de esta escasez de profesionales y público femenino, Olga advierte en la actualidad un cambio en el sector motivado por la aparición del género Manga que «ha conseguido que las niñas empiecen a comprar cómics».

Con un público objetivo en constante ampliación, esta joven defiende que «ya es hora de que la gente sepa que el cómic es también para adultos». De ahí que su nuevo trabajo «también pueda gustar a gente que no lee cómics habitualmente». 50 años no es nada es definido por su autora como «una historia intimista dividida en siete relatos que cuentan la historia de una familia desde la guerra civil hasta los años 80» en la que Olga ha contado con los textos del guionista Juan Luis Iglesias.

Rodeada de los mejores dibujantes nacionales y del extranjero, Olga se toma su participación en este encuentro como «una gran oportunidad para presentar mi trabajo al público», sobre todo si se tiene en cuenta la «es-casa promoción» que se le concede al género dentro del limitado mercado español.

Para Olga, éste es uno de los principales problemas por los que «en España no se puede vivir de dibujar cómics, como ocurre en Estados Unidos», por lo que uno de sus sueños sería «entrar en el mercado extranjero para poder dedicarme a los có-mics en exclusiva».

De momento, este fin de semana, el Salón del Cómic le está brindando su primera oportunidad para brillar entre los más grandes. Sólo es cuestión de tiempo que las editoriales especializadas en el género se fijen en las viñetas de esta prometedora dibujante linense.