Condoleezza rice se dirige a la conferencia de prensa que ofreció en el Departamento de Estado para dar cuenta de la oferta de negociación a Irán./AFP.
MUNDO

Irán acepta negociar con EE UU, pero no renuncia al enriquecimiento de uranio

«Su declaración no aporta nada nuevo y no incluye ninguna solución lógica a la cuestión nuclear iraní» Bush alerta al régimen teocrático de que si mantiene su «terquedad el mundo actuará al unísono»

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El ministro iraní de Exteriores, Manushahr Mottaki, reiteró ayer que el derecho de su país a la tecnología nuclear «es innegociable», aunque dijo que está dispuesto a discutir con EE UU otros asuntos que siembran la desconfianza mutua.

Mottaki, a quien cita la agencia de noticias iraní IRNA, respondía así a la propuesta de la secretaria norteamericana de Estado, Condolezza Rice, de negociar si Teherán renuncia al enriquecimiento de uranio. «Su declaración no aporta nada nuevo y no incluye ninguna solución nueva y lógica para la cuestión nuclear iraní», dijo el dirigente persa tras una reunión en Teherán con el secretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), Akmaledin Ehsanoghlu.

Rice anunció el miércoles que Washington se unirá a las negociaciones entre Irán y la Unión Europea sobre la crisis nuclear iraní si Teherán suspende el enriquecimiento de uranio.

Los iraníes insisten en que tienen derecho a enriquecer uranio según el Tratado de No Proliferación (TNP) de armas atómicas.

Los ministros de Exteriores de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania y la Comisión Europea, tenían previsto reunirse ayer en Viena para ultimar un paquete de incentivos y posibles sanciones contra Irán por su controvertido programa nuclear.

«No conversaremos sobre los derechos del pueblo iraní a la tecnología nuclear, pero estamos dispuestos a dialogar, dentro de un cierto marco y sobre una base de igualdad y sin discriminación, sobre los asuntos que causan desconfianza», recalcó el ministro iraní.

Insistió en que el programa de su país tiene fines pacíficos, y que «no hay ninguna prueba de la desviación de este plan de su ruta pacífica. Por ello Irán quiere seguir adelante con el mismo camino». Mottaki calificó de «retóricas» las declaraciones de Rice y consideró que con su oferta «EE UU quiere huir hacia delante y desviar la atención de sus crímenes en Irak». «Si los estadounidenses quieren de verdad hacer cambios, deben cambiar sus comportamiento», recalcó el jefe de la diplomacia iraní.

Asimismo, afirmó que la OCI, integrada por 57 países islámicos, apoya el derecho de los países firmantes del TNP a la tecnología nuclear, «incluido el programa de Irán, que es pacífico».

Bush alerta

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, alertó por otra parte ayer al régimen de Ahmadineyad de que si mantiene su «terquedad» y no frena sus actividades de enriquecimiento de uranio «el mundo actuará al unísono».

En el caso de que Irán continúe sin escuchar las demandas de la comunidad internacional, «el siguiente paso de nuestros socios de la coalición es acudir al Consejo de Seguridad (de la ONU)», precisó el presidente en declaraciones a la prensa al término de una reunión de su Gabinete.

Bush dejó claro que, en estos momentos, la elección está en manos de los iraníes y reiteró que desde Washington «queremos resolver este problema diplomáticamente». Desveló que se había puesto en contacto con los presidentes de China, Hu Jintao, y de Rusia, Vladímir Putin, dos países clave en esta crisis ya que cuentan con poder de veto en el Consejo de Seguridad, el organismo competente para la eventual imposición de sanciones a Teherán.

Respuesta 'positiva'

Según Bush, la respuesta de Rusia a las inquietudes de Washington ha sido «positiva», mientras que en el caso de China se limitó a decir que «comprenden nuestra estrategia».

En lo que todos están de acuerdo, añadió, es en que no se puede permitir que Irán se haga con armas nucleares.

La nueva advertencia de EE UU a Irán se produce el día después de que el propio Bush y su secretaria de Estado, Rice, anunciasen la disposición de Washington a participar en un proceso de negociaciones multilaterales con Teherán, con la condición de que los iraníes frenasen antes sus actividades de enriquecimiento de uranio.

Mientras, en Bruselas, setenta y cinco miembros del Parlamento Europeo pidieron ayer formalmente a la FIFA que impida que el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, sea invitado a Alemania para presenciar los partidos de su selección de fútbol en el Mundial.

En otra petición más amplia a los 25 países de la UE solicitan que declaren al mandatario «persona non grata» y decreten la prohibición de visado para que pueda viajar a Europa hasta que no retire sus declaraciones a favor del martirio y negando el Holocausto y el derecho de Israel a existir.