FAMILIA. Los Pacheco; Atilano, Fernando y Alfonso, con Pedro, David y el último fichaje .
Jerez

Al amparo de San Bernabé y su bendita y sana locura

Local emblemático de los ochenta, en su barra han incado los codos personajes como Elvis Costello o Loquillo Manuel Pacheco Garrido abrió el local de Larga en 1938 En 2001 el establecimiento sufrió una espectacular reforma

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Que podíamos contar de La Moderna que no sepa medio mundo y más de medio Jerez. Que decir de los hermanos Pacheco (Atilano, Alfonso y Fernando), herederos del bar más emblemático de los años ochenta. Y que decir de los camareros, además de currantes, buenos amigos con los que se puede tomar una cerveza una vez concluida la jornada de trabajo: David floyd Torres, Miguelito Domínguez, Pablo, que hace poco dejó la barra para dedicarse a las tijeras y al pelo, Pedro Naranjo en los fogones..., etc.

Y de los clientes. Muchos de ellos cumpliendo diariamente con el rito desde hace más de treinta años y a los que hay que echar con agua caliente cuando llega la medianoche.

Han habido otras modernas en la ciudad, pero no compredidas como esta Moderna de la que hoy hablamos.

Fue Manuel Pacheco Garrido quien en 1938 alquiló el local de la calle Larga. Poco después Manuel Pacheco Toro, el Titi, y tras él, Fernando Pacheco Toro, padre de las criaturas que hoy en día nos atienden, soportan y nosotros sustentamos.

La Moderna vive diariamente bajo el amparo de San Bernabé -el «esforzado», el que «anima» y «entusiasma»-, patrón de Logroño y Marbella, abogado defensor de Saulo (San Pablo) ante los cristianos de Damasco. Una foto suya fue sustituida por una pequeña imagen del santo nacido en Chipre que fue regalada al bar por unos trabajadores del banco Zaragozano nacidos en Marbella. Desde entonces, hace veinte años bendice a los clientes de este establecimiento «Todo un personaje histórico», resalta Atilano.

La historia más reciente se escribe desde agosto de 2001 cuando los hijos de Fernando Pacheco Toro deciden cambiar la imagen y la forma del local. Tiempos modernos diría uno. Con las obras, se halla una pozo y se deja al descubierto restos de la antigua muralla donde se localiza la Torre de Poniente. «Abrimos un día de la Inmaculada sin pensarlo y desde entonces nos tomamos un descanso en el mes de agosto. Algo que nunca habíamos hecho antes».

Por la Moderna han pasado generaciones de una misma familia y hoy día continúa esta tradición. Por esta casa han pasado ilustres como Elvis Costello: «Vino a tomarse un té», asiente Atilano. Los integrantes de 091 y Danza Invisible, Ángel Nieto junto a Carlos Lavado, Loquillo, etc. «José María Sanz (el loco jefe de los trogloditas) se reía una jarta con mi padre», recuerda Atilano. «Después de sus salidas por Jerez se venía a desayunar y se pasaba horas hablando con él».

«Son muchos los personajes que se han acercado a la Moderna. El otro día vino Javier Cercas a tomarse un cubatita». Ni más ni menos.

Hasta Navajita Platea, en su disco Hablando en plata dedica uno de sus temas a este representativo café-bar de Jerez.

«Viene todo tipo de gente. Mujeres que van a hacer sus compras y se toman su desayuno, los de los bancos, comerciales y los amigos de toda la vida», aclara el mayor de los Pacheco.

A la Moderna se va a hablar de lo divino y lo humano y también a picotear. Por eso su carta sólo presentan tapas, frías y calientes, lo justo para espantar a la fame y hacer cuerpo. Las albóndigas con tomate son junto con las lagrimitas de Loreto las estrellas de esta carta, las pavías de bacalao, el pulpo a la gallega, las huevas aliñadas, la ensaladilla, los riñones al jerez, los pimientos y las gambas rellenas, etc. Y buen vino de la tierra hasta que se apaguen las luces.

La Moderna es también un «bar anuncio». Mengano, zutano o fulano puede anunciar lo que vende o lo que compra, si lo alquila o lo busca pero sobre todo cualquier acto cultural que se celebre en la ciudad. Alegorías a los toros y a Rafael de Paula.