ANDALUCÍA

El engaño perfecto

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Los responsables de la red fraudulenta descubierta habían desarrollado un sistema casi perfecto para cubrir su engaño durante años. Cuando las víctimas detectaban el timo, los detenidos se mostraban tan sorprendidos como los afectados y alegaban que el fraude era obra de otras empresas.

Con una actuación casi teatral, lograban convencer a sus clientes, residentes en otros países europeos, que lo más conveniente era emprender juntos las reclamaciones legales correspondientes. Para ello, les ofrecían los servicios de despachos de abogados y notarios españoles -por lo tanto, desconocidos para los turistas extranjeros- que, en realidad, no existían o cuyos nombres reales habían sido manipulados.

Después les volvían a demandar un nuevo pago, como adelanto para cubrir los gastos de esas denuncias ficticias. Con este montaje lograban retrasar durante años el descubrimiento del fraude, y con ello retrasaban la acción policial.