Dispuestos a todo para lograr la fama

En medio de tanto culto al cuerpo y ritmos perfectamente orquestados surge en internet un personaje esperpéntico, que se atreve a ponerse unas mallas ajustadas pese a que su cuerpo no cumple los cánones imperantes y no tiene problema en cantar e imitar a Madonna, aunque desafina cada vez que abre la boca. Pese a todo esto, la Terremoto de Alcorcón es ya un fenómeno de masas.

Junto a unos amigos grabó un vídeo casero, con una estética kitsch, en el que reproducía el famoso Hung-up de Madonna. Las descargas no se hicieron esperar y los programas de televisión no dejaron de entrevistar a este nuevo freak, que se había convertido en un icono de los más modernos.

«Detrás de la Terremoto de Alcorcón seguramente no hay ningún experto en publicidad, sin embargo, internet es un gran escaparate para todos aquellos que quieren alcanzar la fama. El convertirse en famoso es un valor que quiere lograr mucha gente», señala Manuel Pascua.

Este tipo de personas ponen en marcha ideas o muestran su atrevimiento a fin de que las agencias se fijen en ellos. No es de extrañar que en los próximos meses, la Terremoto sea requerida para algún anuncio por el poder de convocatoria que ha demostrado.

El estudiante Andrew Fischer tuvo la idea de llevar durante un mes un tatuaje no permanente en la frente con el nombre de una compañía, sin dejar de hacer su vida normal. Inventó así un nuevo soporte publicitario al vender al mejor postor su frente. Las cadenas ABC, FOX, CNN y NBC están haciendo un seguimiento de la web del joven, que ya ha recibido más de 100 pedidos. Su página es www.HumanAdScpace.com.

Ese fue el pistoletazo de salida. Ahora ya hay quien ha ido más allá. Joe Tamargo, un hombre de 31 años, desde la dirección www.LivingAdSpace.com, ha inaugurado una empresa que vende a los anunciantes la oportunidad de tener un tatuaje permanente de sus mensajes en su cuerpo. La oferta se lanzó en Ebay. Dos anunciantes compraron espacio por 1.000 dólares en uno de sus brazos.

Canción del verano

Una buena idea y algo de ingenuidad son claves en el negocio. Pero no todo es tan inocente. Jesús Rodríguez es el Koala y su canción, Opá yo viazé un corrá, se ha descargado más de 1.200.000 veces, según www.moonshadow. Sólo se distribuye por la red pero se compara con Aserejé.

«La canción del verano da mucho dinero, así que no es de extrañar que haya una discográfica detrás», indica Manuel Pascua, que recuerda que los tiempos han cambiado «antes nos daba miedo Drácula y ahora a los niños les causa risa, los tiempos cambiany por eso cualquier idea innovadora es bien recibida».

A la ministra Trujillo se le ocurrió regalar 10.000 zapatillas de la marca Kelifinder para que los jóvenes «se pateen la ciudad buscando piso». La demanda se disparó, lo que no está tan claro es si fueron eficaces.