PLETÓRICO. Gatlin posa junto al electrónico que registra la marca alcanzada. / REUTERS
ATLETISMO

Justin Gatlin se convierte en el hombre más rápido del mundo

El atleta estadounidense paró el crono en 9.76 segundos, una centésima menos que la anterior plusmarca, establecida por el jamaicano Asafa Powell

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Justin Gatlin se convirtió ayer en el hombre más rápido del mundo. El velocista americano batió en el Super Grand Prix de Qatar celebrado en Doha el récord establecido hace casi un año por Asafa Powel en Atenas. Gatlin paró el cronómetro en 9.76, una centésima menos que el velocista jamaicano. De esta manera, cumplía con su promesa de apoderarse de la plusmarca mundial de los 100 metros lisos y batir al ex recordman caribeño. Ahora quiere dejarlo en 9.75 segundos.

El atleta neoyorquino ya demostró en semifinales que estaba en unas condiciones óptimas para encarar su reto. Marcó unos estratosféricos 9.88, la mejor marca de la temporada. Y con su tiempo desempataba en el ránking mundial con Asafa Powell. Ambos compartían tiempo: 9.95. Sólo Fasuba le acompañó por debajo de los 10 segundos. El nigeriano marcó 9.92, lo que también fue una sorpresa. Todo estaba preparado para que Gatlin batiera el récord del mundo. Calor, viento favorable y una pista muy rápida. En la final, no tuvo rival. Fue un auténtico avión, seguido otra vez por Fasuba. Y, nuevamente, fueron los únicos en bajar de los diez segundos.

Gatlin y Powell representan la nueva hornada de velocistas. Los dos se han repartido los honores en los últimos años, aunque el norteamericano ha obtenido mas preseas. Invicto en 2002, al año siguiente el nuevo plusmarquista mundial se presentaría en el Mundial en pista cubierta de Birmingham, donde se proclamó campeón de 60 metros nada más cumplir los 21. En los Juegos de Atenas 2004 también ganó la medalla de oro, en los 100 metros, aparte del bronce en los 200 y la plata en el relevo 4x100. En la capital griega marcó un crono de 9.85.

Duelo con Powell

Al año siguiente, sin embargo, en los Mundiales de Helsinki, Gatlin fue el único que logró una marca importante (9.88), que fue su mejor registro. Ningún otro rival bajó de los 10 segundos, y la bala de Brooklyn confirmó entonces que estaba ya preparado para asaltar el récord del mundo en un futuro no muy lejano. Pero Powell no estaba en Finlandia. Una lesión muscular dejó al jamaicano fuera de combate.

«Soy el número uno con o sin Powell». Así de contundente se mostró cuando ganó su primera medalla de oro mundial al aire libre el pasado mes de agosto. Nunca se ha llevado bien con Powell, con quien mantiene una gran rivalidad fuera de las pistas, como demostró cuando se indignó con el jamaicano por su ausencia en la Golden League de Zúrich.

Powell comenzó la nueva temporada con un 10.10 segundos en Philadelphia, lejos de sus números habituales. Gatlin estaba desaparecido. Se entrenaba en el mayor de los secretos y no quería saber nada de su gran rival. Sólo tenía en mente el récord del mundo. Y decidió debutar el mismo día en que Powell encontró su punto máximo de velocidad. El 6 de mayo, Gatlin y Powell establecieron la mejor marca del año. Los dos hicieron 9.95 segundos en distintas pistas, en continentes diferentes. El norteamericano corrió en Osaka. El caribeño, en casa, en Kingston. Y, los dos, dejaron una marca espectacular que el neoyorquino se ha encargado de romper para entrar en la historia de los más grandes.