a partir de las informaciones de 'le monde'

Villepin sigue en el centro de la polémica en Francia por el presunto espionaje a Sarkozy

El primer ministro francés denuncia el "linchamiento" al que le está sometiendo el diario, cuya edición de mañana insiste en su implicación

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El primer ministro francés, Dominique de Villepin, se ha declarado hoy víctima de un "linchamiento" alimentado por un "culebrón de prensa", en alusión a las informaciones del diario Le Monde sobre su presunto papel en la supuesta trama contra el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy. "A unos meses de las Presidenciales (en 2007) y en un momento en que tenemos los mejores resultados en reducción del paro y en crecimiento económico, Francia recupera sus viejos demonios, las acusaciones veladas, el linchamiento", denunciaba Villepin al atribuir, por segundo día consecutivo, fines políticos a la investigación de este caso.

En la sesión de control parlamentario al Gobierno en la Asamblea Nacional (cámara de diputados), el primer ministro ha respondido así a una pregunta del líder socialista, Francois Hollande, sobre las nuevas alegaciones que el vespertino Le Monde publica contra él, y que Villepin ha tildado de "culebrón de prensa". Asimismo, el primer ministro francés ha denunciado ser "objeto de ataques incesantes, calumniosos e injustos" en el marco de este asunto que nace del conocido como caso Clearstream, que investigó en su día el presunto cobro de comisiones por parte de altos cargos de la administración francesa en la venta de varias fragatas de guerra a Taiwán en 1991, aunque finalmente quedó probado que las acusaciones eran falsas.

Nada más conocerse este mediodía el contenido de la edición de mañana jueves de Le Monde, Villepin ha publicado una nota en la que denunciaba "vigorosamente" la "explotación" por el diario "de declaraciones entrecortadas, amalgamas e interpretaciones", al tiempo que pedía que se pusiese fin a "las mentiras y la calumnia". Ante la Asamblea Nacional, Villepin se ha declarado esta tarde "herido" y ha advertido de que "no es el rumor lo que hace la verdad sino la justicia". Le Monde asegura que Villepin mintió ayer cuando afirmó en una entrevista radiofónica que el nombre de Sarkozy no fue pronunciado durante su reunión el 9 de enero de 2004 con el general Philippe Rondot en el Ministerio de Asuntos Exteriores.

En ese encuentro, el actual primer ministro (entonces responsable de la diplomacia francesa) le habría pedido a ese experto de los servicios secretos que efectuase una investigación confidencial sobre varios políticos, incluido el titular de Interior. Al ser emplazado hoy en la Asamblea Nacional a que respondiese "sí" o "no" a la pregunta de si pidió que se investigase a Sarkozy y a otros político, Villepin rehusó contestar y cedió su plaza al portavoz del Gobierno, Jean-Francois Copé, quien ha recordado a los socialistas que siempre se han pronunciado a favor de dejar trabajar a la justicia cuando los escándalos les han salpicado a ellos.

'Le Monde' publica la declaración del responsable del espionaje

Para apoyar sus afirmaciones, Le Monde publica la declaración integra de Rondot ante los dos jueces que tratan de desenmascarar al comunicante anónimo que acusó falsamente a Sarkozy y a otros de haberse beneficiado de las comisiones ocultas pagadas en la venta de seis fragatas Thomson a Taiwán en 1991. En la declaración de Rondot sobre su entrevista con Villepin puede leerse que éste le dijo que para encargarle la investigación seguía "instrucciones" del presidente Jacques Chirac, quien había dado la "consigna" de "actuar con precaución, discernimiento y discreción", según reza en publicado por Le Monde.

Cuando Le Monde publicó el pasado viernes, por primera vez, extractos de las declaraciones de Rondot, Chirac desmintió "categóricamente" su implicación en esa trama, que no sólo ha puesto de relieve las guerras fraticidas en el seno del Gobierno sino también en el grupo Lagardere para hacerse con el control de EADS. Pese a este nuevo revés, Villepin, que se presentó ayer como "víctima" de una "campaña indigna" de "calumnias y mentiras", al tiempo que descartó dimitir por un "cartucho mojado", parece dispuesto a continuar su contraataque. En la lógica de esa estrategia, ha decidido mantener mañana su tradicional conferencia de prensa mensual, que inevitablemente estará centrada en este asunto.