Berlusconi anuncia que el martes presentará su dimisión como presidente del Gobierno

El presidente del Gobierno saliente, Silvio Berlusconi, ha indicado hoy que el próximo martes presentará su dimisión durante el Consejo de Ministros, tras conocerse que Franco Marini, el candidato para presidir el Senado de la coalición de centroizquierda La Unión, que lidera Romano Prodi, ha sido elegido por 165 de los 322 sufragios en la cuarta ronda de votaciones. Berlusconi, derrotado en las elecciones generales por el líder del centroizquierda Romano Prodi, ha anunciado que el próximo martes pondrá su cargo a disposición del presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi. Se cumple así un trámite obligado tras la derrota electoral y la designación de los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, cargos para los que hoy han sido finalmente elegidos Fausto Bertinotti y Franco Marini, ambos aliados de Prodi.

Berlusconi precisó que ha convocado un consejo de ministros el martes a las 12.30 hora local (10.30 GMT), y que después acudirá al palacio presidencial del Quirinal para entrevistarse con Ciampi y entregar su cargo. El presidente de la República deberá entonces encargar la formación del nuevo Gobierno a Romano Prodi. Pero ese paso podría retrasarse si Ciampi decide que sea su sucesor el que lo haga, ya que su mandato, de siete años, concluye el próximo 18 de mayo, y tras esa fecha el Parlamento deberá elegir un nuevo jefe del Estado. Preguntado por los periodistas sobre cuándo se encargará la formación del nuevo Ejecutivo, Berlusconi se ha limitado a contestar: "Sinceramente, no lo sé".

El todavía primer ministro, que fue derrotado por Prodi por apenas 25.000 votos, agregó que no tiene intención de dejar la política porque "para alguien como yo sería espléndido poder tener unos años sabáticos. Pero pienso que, teniendo un apoyo tan alto, sería como traicionar a los italianos". Berlusconi también se ha mostrado convencido de que "al final, este (su Ejecutivo) será considerado el mejor Gobierno de la historia de la República". El primer ministro y magnate de la televisión ha insistido en que ha tenido "todas las satisfacciones posibles e imaginables" y que a nivel personal su salida de la política "sería la mejor solución", pero "tengo una responsabilidad demasiado grande", aseguró.

Una elección difícil

El nuevo presidente de la Cámara Alta, Franco Marini, de 73 años, se ha impuesto al siete veces primer ministro Giulio Andreotti, de 87 años y respaldado por el centroderecha que capitanea el todavía jefe del Gobierno, Silvio Berlusconi. El otro cargo que andaba en juego, el de la presidencia de la Cámara de Diputados, también ha recaído en la apuesta de Prodi: el líder de Refundación Comunista Fausto Bertinotti, cuyo nombramiento ha requerido de hasta cuatro votaciones.

La elección de Bertinotti, candidato único, la daban por segura todos los partidos políticos, dado que en esta votación bastaba con el respaldo de la mitad más uno de los diputados, y la alianza La Unión, de Prodi, cuenta con 347 de los 630 escaños. En las tres primeras votaciones, celebradas ayer, se requería en cambio una mayoría de tres cuartos de la Cámara, que Bertinotti no llegó a alcanzar. El dirigente comunista ha obtenido 337 votos, mientras que el presidente de Demócratas de Izquierda (DS), Massimo D'Alema, ha registrado un centenar pese a no ser candidato. Otros diputados, entre ellos el primer ministro, Silvio Berlusconi, ha conseguido algunos votos aislados. De 66 años y secretario general de Refundación Comunista desde 1994, la elección del candidato de La Unión ha sido recibida con aplausos desde los bancos del centroizquierda.

Bertinotti concurrió a las elecciones generales del 9 y 10 de abril con la coalición de Prodi, La Unión, integrada por una variopinta gama de partidos que van de la izquierda al centro moderado. El dirigente comunista ya fue socio político de Prodi en 1996, pero dos años más tarde fue, precisamente, el causante de la caída de su Gobierno al negarle la confianza en el Parlamento. En esta ocasión, sin embargo, los integrantes de La Unión aseguran haber firmado un pacto de Gobierno para garantizar la estabilidad en los próximos cinco años. El centroderecha apunta, sin embargo, a que la fragilidad de esa alianza se ha manifestado ya en la caótica sesión celebrada ayer en el Senado, con tres votaciones fallidas en las que el candidato del centroizquierda, Franco Marini, no logró la mayoría necesaria.