el huerto

Getsemaní, la última oración de Jesús para una madre confortada

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La Oración del Huerto convirtió la Carrera Oficial en un estallido de sentir cofrade, ya que el Convento de Santo Domingo, desde donde realizó su salida procesional se encuentra justo en los palcos que dispone la Unión de Hermandades para el recorrido obligatorio de las corporaciones jerezanas.

Además, la redacción de La VOZ en Jerez fue testigo directo, y es que estamos frente por frente al convento dominico.

La ampliación de la Carrera Oficial hasta la calle Sevilla propició que la organización del cortejo de la Hermandad de la Oración en el Huerto pudiera organizarse de una manera más fluida, aunque no sin ciertos obstáculos de horarios internos que corresponde a los responsables del templo conventual.

Para ello, la corporación de Santo Domingo tuvo por delante plaza Aladro y Eguiluz para tales menesteres, ya que una hermandad de tal calibre histórico y cofrade no puede salir a las calles de Jerez como lo venía haciendo anteriormente.

La bondad climatológica brindó a Jerez un sensacional Jueves Santo, al igual que el pasado año cuando la metereología brindó una tregua que durante el resto de las jornadas anteriores no existió.

A pesar de ello, si hubo cierto temor entre los cofrades que visten la túnica y escapulario en color hueso, y la capa y el antifaz en color negro, ya que sobre la hora en la que realizaron su salida procesional soplaba un viento fuerte del oeste y los partes sobre el tiempo no eran nada halagüeños sobre lo que pudiera ocurrir a partir de la medianoche. Con todo ello, la corporación dominica se echó a la calle con su «plan de lluvia».

Recibida con aplausos por el público que se congregó en plaza Cristina, el misterio que dirige Manuel Ballesteros Agabo y el palio a cargo de José Manuel Gil Jiménez iniciaron su estación de penitencia.

El acompañamiento musical estuvo correspondido por la banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Caridad (Santa Marta) -la cual ha hecho pleno en esta Semana Santa-, y la banda de la Fundación Zoilo Ruiz-Mateos para el palio de María Santísima de la Confortación.

Es el palio de la cofradía de Santo Domingo la nota más singular de la corporación durante la procesión. Poder ver junto a la Señora la prodigiosa imagen del Ángel Confortador, que con sus desbordantes barroquismos son las efigies que más impresionaron el Jueves Santo por su tremendo realismo.

Para todos los periodistas jerezanos fue una grata noticia saber que Pepe Antonio González de la Peña -que también ejerce como portavoz de la Unión de Hermandades-, pudo ocupar su sitio como contraguía en el misterio del Señor Orando en el Huerto de los Olivos, ya que hace unos días tuvo que ser hospitalizado. A pesar de ello, su médico le recomendó que sólo realizara la mitad del recorrido procesional. Bienvenido Pepe.

El palio de la Confortación estaba espectacular. El azul marino de las caídas o bambalinas y del manto contrastaba con las rosas «color chicle», como las denominó ayer el Hermano Mayor de la corporación, José Manuel Medina Lechuga, cuando fue requerido por los medios de comunicación, un exorno floral que dentro del contexto cofrade «ni son rosas champán, ni rosas palo».

Excepcional fue el recogimiento y estampa de ambos misterio a su paso por la Alameda Vieja con el Alcázar de testigo. Mucho público tomó lugar en la zona, ya que aunque son muchos los años que la cofradía decidió tomar por este camino de vuelta a su templo, es siempre referencia entre los cofrades jerezanos en la tarde-noche del Jueves Santo.