ISRAEL-GOBIERNO

El presidente israelí inicia los contactos para la formación de un nuevo Gobierno

Katsav tiene previsto reunirse con los representantes de los cinco partidos más votados en los comicios del pasado martes

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El presidente israelí, Moshé Katsav, inicia hoy consultas con representantes de los distintos partidos que obtuvieron escaños en las elecciones legislativas del martes, antes de que la próxima semana decida a quien encomendará la formación del Gobierno.

Katsav tiene previsto reunirse con los representantes de los cinco partidos más votados en los comicios, el Kadima, el Laborista, el Likud, Shas e "Israel Betenu", lo que supone la primera fase de un proceso que concluirá la próxima semana con la designación de una de las formaciones para encabezar el próximo Ejecutivo.

En sus entrevistas con los dirigentes de los partidos, Katsav les pedirá formalmente sus recomendaciones para conocer cuál es, en su opinión, el candidato para formar la coalición de Gobierno, ya que el panorama político de Israel se caracteriza por la fragmentación.

Las cinco formaciones con las que se reúne hoy representan al 70% de los diputados de la Cámara, con lo cual sus recomendaciones tienen un mayor peso que la de los partidos pequeños.

La necesidad de llevar adelante un proceso de consulta se debe a que la Ley israelí establece que el primer ministro será aquel con mejores posibilidades de gobernar, y no el jefe de la lista más votada.

El Kadima busca socios para gobernar

El Kadima, liderado por el actual primer ministro en funciones, Ehud Olmert, ganó las lecciones al obtener 29 de los 120 escaños del Parlamento y tendría que pactar con varias fuerzas para formar Gobierno, al igual que cualquier otro.

Aunque en un principio se barajaba la posibilidad de una alianza en condiciones preferenciales entre el Kadima y el Laborismo, la prensa de hoy destaca que Olmert podría recurrir a otros socios.

Estas cábalas aparecen después de que el líder del Partido Laborista, Amir Péretz, se reuniese el jueves con el del partido ultraortodoxo Shas, Eli Yishai, para sondear las posibilidades de formar un Gobierno socialista con él y con otras formaciones socialdemócratas como Méretz, el Partido de los Jubilados y la también ortodoxa Yahadut Hatorá, en total unos 50 escaños.

Péretz aspira a ampliar su coalición hasta la mayoría absoluta con el apoyo externo del Likud (12 escaños) y el de los partidos árabes (9 escaños), al parecer con el sólo objetivo de trabajar en las cuestiones sociales pues en el momento en que emprendiera una iniciativa de paz se vería probablemente despojado del apoyo de la derecha nacionalista.

La puja entre Olmert y Péretz se debe a una enconada lucha entre ambos por el control del Ministerio de Finanzas, el primero con el objetivo de impedir que el ex líder sindicalista ahuyente a inversores mediante una política de gasto público descontrolado, y el segundo para alentar la política social.

"En el momento en que se le ofrezca a Péretz el Ministerio de Finanzas el asunto estará cerrado", asegura una destacada fuente del Partido Laborista que cita el diario Yediot Aharonot.

Oferta a los laboristas

Una de las soluciones que baraja Olmert para resolver el contencioso político es ofrecerle al Partido Laborista un aumento del sueldo mínimo en unos 500 shékels (unos 108 dólares) hasta el próximo verano. El laborismo enarboló como uno de los ejes de su campaña electoral la necesidad de elevar a 1.000 dólares el sueldo mínimo en Israel, que ahora está en alrededor de unos 743 dólares mensuales.

En Kadima creen que esa oferta, de aplicación inmediata, podría disipar los últimos obstáculos del Laborismo para incorporarse a una coalición bajo el mando de Olmert, teniendo en cuenta que Péretz podría verse presionado desde la izquierda pacifista.

Aunque apuesta por la política socialdemócrata de Péretz, el partido Méretz es consciente de que sólo el actual primer ministro en funciones puede sacar adelante una iniciativa de paz, dado su peso en el Parlamento.

Kadima ha respondido a los esfuerzos de Péretz para formar su propia coalición con la amenaza de que quien no recomiende a Olmert podría verse fuera del Ejecutivo.

"Méretz cometería un grave error si recomienda a Péretz al presidente (para formar Gobierno) porque quieren realmente estar en el Gobierno", dijo uno de los negociadores de Kadima.

La decisión del presidente, que en los próximos día se reunirá también con las formaciones más pequeñas, se espera no antes del próximo jueves.