ESPAÑA

Zapatero y Rajoy acuerdan compartir el proceso para el fin de la violencia de ETA

El jefe del Ejecutivo mantendrá una comunicación directa y exclusiva con el líder de la oposición El presidente del PP recibe garantías de que el Gobierno no tiene compromisos previos para la paz

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente del Gobierno y el líder de la oposición compartirán el proceso abierto para lograr el fin de la banda terrorista ETA y a tal fin dieron, ayer, el primer paso para la recuperación de una confianza mutua, severamente afectada por los desencuentros que marcaron sus relaciones en los dos últimos años. José Luis Rodríguez Zapatero anunció que establecerá con el presidente del PP una comunicación «directa y exclusiva» para mantenerle informado. Mariano Rajoy ofreció al Gobierno un apoyo «sin apellidos ideológicos ni partidistas».

En las dos horas y media que estuvieron reunidos en el Palacio de La Moncloa, los dos dirigentes dieron «un buen primer paso» para acabar con dos años de desencuentros en política antiterrorista, en palabras del presidente. El cambio de tono marcó este inicio de la «recuperación de la confianza» mutua que les llevó a «compartir el análisis» de la situación, según apuntó el jefe del Ejecutivo.

Por primera vez, el presidente hizo partícipe al líder del PP de los datos que en los últimos años le hacían sospechar que ETA tenía intención de declarar una tregua y también su evaluación del comunicado de la banda, difundido el pasado miércoles. Comparó el momento actual con los anteriores procesos y vaticinó que el alto el fuego permanente abre una expectativa «positiva» para poder conseguir el final del terrorismo.

«Más eficaz»

En este punto, Rodríguez Zapatero recibió el apoyo de Rajoy para tomarse «el tiempo que sea necesario» en verificar que se trata del «fin absoluto y total» de la violencia y después se comprometió a informarle de los resultados de esa comprobación. El jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que el Estado será «más eficaz», acabará «más rápido y de manera más evidente» con ETA «si se produce un buen clima» político. Indicó la necesidad de que las fuerzas parlamentarias, y de manera «muy singular» el PP, lleguen a un consenso sobre el «mínimo común denominador» que les une frente a la banda terrorista.

Consciente de que una buena relación no se puede restablecer de inmediato tras dos años de «diferencias notables», el presidente del Gobierno prometió que pondrá su empeño en retomar la colaboración con el PP, algo que es para él un objetivo «prioritario». No obstante, apuntó que «llevará tiempo» recuperar la confianza mutua y apuntó que es algo que ha de ser «cultivado por ambas partes».

Rodríguez Zapatero considera que, dada la trascendencia del momento, «el diálogo fundamental y la información esencial» la debe compartir él «directa y exclusivamente» con el líder de la oposición. Por su parte, Rajoy apuntó la «conveniencia» de convocar la comisión de seguimiento del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Aunque el Ejecutivo había dado ya por desfasado ese acuerdo y ve más «útil» el hilo directo con el líder del PP, Rodríguez Zapatero se mostró «abierto» a atender la sugerencia del líder de la oposición.

«Que no se precipite»

Rajoy se mostró cauto a la hora de valorar el resultado de su encuentro con el presidente del Gobierno, condicionado por el trauma que supuso el enorme optimismo con el que salió de la entrevista que ambos mantuvieron en enero de 2005 y que después resultó un fracaso. Al contrario de lo que hizo entonces, se negó a admitir un cambio en su ánimo tras la conversación y puso en condicional las consecuencias positivas de la cita, en un mensaje dirigido a los sectores de su partido más reacios a aceptar su aproximación al Gobierno.

«Yo espero que esta reunión de hoy sirva para que el diálogo, la cooperación y la información presidan la actuación de los dos principales partidos de España en este asunto. Si eso fuera así, significaría que hemos regresado a nuestro lugar natural de encuentro, el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo», declaró ante los periodistas, a los que comentó «que no pueden hacerse las cosas como en los dos últimos años», en el único reproche que tuvo para su interlocutor.

Anunció que había transmitido al presidente «mi apoyo y el de mi partido para acabar con ETA» y explicó que este respaldo «no tiene apellidos ideológicos ni partidistas». Transmitió su deseo de que «a corto plazo» pueda confirmarse la disolución de la organización armada y dijo que le pidió a Rodríguez Zapatero «que no se precipite» y que «no dé pasos que comprometan al Estado». Por su parte, el presidente del Gobierno le garantizó que «él no tiene ningún compromiso con nadie», lo que el líder del PP considera «lo más relevante» de su conversación.

Indicó Rajoy que el Gobierno debe tener ahora como única prioridad «constatar que existe una decisión irreversible de ETA de poner fin a su actividad criminal». No olvidó mencionar los derechos de las víctimas ni las movilizaciones sociales que los populares han apoyado y señaló que ellas y la democracia constitucional son las únicas referencias para su partido. El líder del PP también se dirigió a sus votantes y se mostró muy exigente a la hora de condicionar su apoyo al proceso en marcha.