El Cádiz se aleja de Primera y el Atlético de Europa

Cádiz y Atlético cerraron una semana negra, con un empate que les aleja de sus objetivos, porque mantiene a los cadistas en el penúltimo puesto y distancia a los rojiblancos a cinco puntos de Europa.

Apremiado por la derrota sufrida ante el Sevilla, que le obligaba a vencer para no despegarse del grupo europeo, el Atlético tuvo en Cádiz una buena plaza para remontar el vuelo, pero no la aprovechó, fruto de su falta de acierto y de cierta indolencia que le costó cara.

Y es que el equipo del uruguayo Víctor Espárrago volvió a ser un conjunto blando, que despliega sobre el campo todo el entusiasmo que recibe de las gradas, pero tiene escasos recursos para frenar su caída.

No tiene gol (21 en 30 encuentros) y, pese a no haber ganado más que un partido en las últimas once jornadas, apuesta por una defensa adelantada que es la alegría del rival.

Gracias a ella, y a la facilidad del argentino Ariel Ibagaza para ver el pase decisivo, llegó el Atlético con ventaja al descanso, sin haber hecho gran cosa.

Fue en el minuto 34, cuando el Cádiz, con el balón en poder de Ibagaza, tiró la línea de zagueros al centro del campo. El "Caño" vio un hueco entre los dos centrales y dejó solo a Mateja Kezman frente a Limia, que nada pudo hacer para evitar el gol del atacante serbio.

Hasta ese momento, el Atlético no había vivido más que de la movilidad de Fernando Torres, que se bastó para desarmar la defensa amarilla y dejó un buen par de jugadas, que desperdiciaron el argentino Galletti y Kezman, mientras que el Cádiz se había ilusionado con una volea a la media vuelta de Jonathan Sesma y un golpe franco del propio atacante grancanario, al que respondió bien Leo Franco.

Tan cómodo se sintió el equipo de Pepe Murcia que entregó el empate a su rival por su indolencia, por pensar que el segundo tanto llegaría en alguna otra acción individual, como a punto estuvieron de lograrlo Kezman, con una volea, o el búlgaro Martin Petrov, con un lejano disparo al que respondió bien el argentino Oscar Limia.

Sin tensión, ni control del centro del campo, el Atlético cedió la iniciativa y el Cádiz, que había reclamado poco antes un penalti por una caída de Jonathan Sesma, se encontró con la igualada por un agarrón de Galletti sobre el propio Sesma, que como en la ocasión precedente también estaba ligeramente más adelantado que la zaga rojiblanca.

Marcó el argentino Lucas Lobos, que no tembló frente a Leo Franco (m.68) y el Atlético se encontró, de pronto, sin el botín que creía asegurado.

Como el empate tampoco le servía más que como un consuelo menor al Cádiz, el encuentro no tuvo dueño en el tramo final.

Atlético encontró vías por donde buscar el segundo gol, pero no aprovechó sus ocasiones, la mejor la que fabricó desde el centro del campo Fernando Torres, que falló cuando llegó ante Limia.

El Cádiz, animado por el empuje del joven Lobos, también pensó en la victoria, pero dio por bueno un empate que no le sirve más que animar a su afición, pero que le lastra tanto como a su rival.