CÁDIZ

El Ateneo rehabilitará el Casino Militar a cambio del uso conjunto del edificio

La intención de la institución cultural de establecer su sede en este edificio de la calle Ancha provoca el malestar de miembros del Casino por el uso de la cafetería

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El presidente del Ateneo, Ignacio Moreno Aparicio, puso la vista en el Casino Militar hace tres años. El progresivo deterioro de este edificio, situado en plena calle Ancha, le llevó a hacer una oferta de compra a sus propietarios, el Ministerio de Defensa, para convertir el edificio en sede del Ateneo Cultural. La oferta fue rechazada, pero las conversaciones con altos mandos del ministerio prosiguieron y finalmente se va a llegar a un acuerdo que permitirá el uso conjunto del edificio.

El borrador del convenio está ya redactado, según explicó la diputada del PSOE, María del Carmen Sánchez, y sólo falta que se presente ante la junta directiva del Ateneo para que le den el visto bueno. Fue precisamente esta parlamentaria y el portavoz municipal socialista, Rafael Román, los que abrieron las puertas de la negociación con Defensa a Moreno Aparicio.

Mediante este acuerdo, el Ateneo se haría cargo de la rehabilitación del edificio a cambio del uso compartido con los miembros del Casino Militar. Como contraprestación, el Ateneo no pagaría alquiler durante un número de años que aún está por determinar.

Desconocimiento

Actualmente el Casino sólo lo emplean un grupo de familiares y militares retirados, que acuden al lugar para disfrutar de la cafetería. Sin embargo, el director del Casino Militar, José Aguilar, aseguró que desconocía este acuerdo que hará posible la apertura de este edificio a ciudadanos que no estén vinculados a la actividad castrense, pero no quiso hacer ningún tipo de declaración.

No obstante, según ha podido saber LA VOZ de fuentes cercanas a los socios del Casino Militar, entre éstos hay malestar por el hecho de que el acuerdo con el Ateneo permita el uso conjunto también de la cafetería. A la diputada gaditana del PSOE María del Carmen Sánchez le cuesta creer que «en pleno siglo XXI se quiera excluir a los civiles de unas instalaciones militares». En opinión de la diputada nacional, uno de los factores más positivos a lo largo de la historia de Cádiz ha sido la unión entre la sociedad civil y la sociedad militar, «que nos ha ahorrado muchos conflictos». La diputada, además, destaca que este acuerdo con el Ateneo precisamente puede ser un buen ejemplo de esas buenas relaciones entre civiles y militares. «Es un edificio cuyo mantenimiento es muy caro y es muy bueno que ese coste no sólo recaiga en los contribuyentes». En resumidas cuentas, para María del Carmen Sánchez, es un acuerdo que «conviene a todo el mundo».

En la actualidad este edificio no está abierto al público en general. Un cartel a la entrada especifica que sólo les está permitido entrar en el inmueble a los socios del Casino Militar. Dentro, en la planta baja, hay un patio y a la izquierda se encuentra la barra de la cafetería y algunas mesas, ocupadas tan sólo por menos de una decena de personas.

El edificio, catalogado en el actual Plan General de Ordenación Urbana como equipamiento cultural, es un inmueble del siglo XIX, de estilo isabelino que hasta los años sesenta perteneció a una familia gaditana. La segunda y tercera planta, así como el ático permanecen actualmente cerrados.

A Moreno Aparicio estas quejas no le constan oficialmente. Para él, lo importante es que este acuerdo hará posible que el Ateneo disponga de una sede más amplia, con capacidad para albergar toda la actividad que está desarrollando en los últimos años. Al mismo tiempo, establecer la sede en el Casino Militar permitiría consolidar un rectángulo cultural en plena calle Ancha con cuatro vértices: la Asociación de la Prensa, la Casa Pemán, el Casino Gaditano y el propio Ateneo. La idea de Ignacio Moreno, que recientemente recibió un homenaje de sus compañeros en la institución cultural, es que el Ateneo gaditano llegue a ser «el mejor de toda España». Su ambición es que esta entidad lidere un cambio de mentalidad en Cádiz. «Esta ha sido una ciudad subsidiada, pero el futuro está en la actividad privada». En su opinión, la celebración del 2012 es uno de los últimos trenes a los que puede subirse la capital.