según ha denunciado hoy la ONG Matres Mundi Internacional

Más de medio millón de mujeres africanas mueren durante el parto cada año

Podría reducirse a la mitad las muertes si las personas que ayudan en el parto se lavaran las manos, pero el agua también es un problema

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Unas 600.000 mujeres mueren cada año de parto en Africa frente a las 12.000 europeas, según ha denunciado hoy la ONG Matres Mundi Internacional, que ha alertado de que "la situación tiende a empeorar y que estos datos tan terribles deberían movilizar la conciencia de los países ricos".

Josep María Carrera, presidente de la ONG y secretario de la Asociación Mundial de Medicina Perinatal (AMMP), ha explicado a EFE que podría reducirse a la mitad el número de muertes si las personas que ayudan en el parto se lavaran simplemente las manos, una medida higiénica que no se toma por problemas de agua, por incultura y por la situación de extrema pobreza del continente. Las mujeres que mueren en el parto fallecen porque no pueden superar infecciones que en Europa no matan, porque están desnutridas, tienen pocas defensas y padecen otras enfermedades que las tiene muy debilitadas. Además, por cada una que supera un parto, tres o cuatro se quedan, por las malas condiciones del alumbramiento o por estar mutiladas sexualmente, con graves secuelas para toda la vida como fístulas, incontinencia de orina y otros problemas que les provocan el rechazo de su comunidad y les obliga a vivir aisladas.

En la rueda de prensa se ha hecho público el informe anual que la AMMP, entidad que agrupa a los Obstetras y Pediatras del Mundo y Matres Mundi y que se ocupa de mejorar las condiciones de vida de madres e hijos y la asistencia a los partos. Según el informe, sólo el 30% de la mujeres que dan a luz en Africa son atendidas por alguien que tenga alguna formación mínima sanitaria, y la mayoría lo hacen sin las más mínimas garantías. Sobre la situación por países, el informa revela que de cada mil niños nacidos vivos en Somalia, doscientos mueren antes de cumplir la primera semana de vida, frente al cuatro por mil de los que fallecen en los países ricos.

En Haití no superan la primera semana de vida 180 de cada mil, y en Mali 120 de cada mil bebés mueren al poco tiempo de nacer. Para Carrera estas cifras deberían ser suficientes para que "la gente no pueda dormir a pierna suelta, porque esto es una bomba que explotará en cualquier momento". Hasta ahora -ha remarcado- en África no había televisión y muchos de sus habitantes desconocían que en otros continentes la gente come cada día, tiene agua y vive en casas confortables, pero creo que algo ya ha empezado a explotar, porque cada día son más las personas que tratan de huir y se embarcan en viajes hacia los países ricos, sin importarles que pueden morir en el intento.

Carrera propone que los países ricos vivan un poco peor y ayuden a los pobres "aunque sea por propio interés y para evitar las avalanchas de inmigrantes", porque es inmoral y peligroso seguir en esta dinámica de abandono. También considera que además de dinero, se necesita que los gobiernos de los países ricos no estén tan pendientes de sus propios intereses y de cómo permanecer en los cargos, y les urge a que pongan en marcha acciones imaginativas para superar esta pobreza, como que cada país se responsabilice de la recuperación económica de una zona de Africa, pero sin afán colonialista.