El Real Madrid aprovecha la desidia del Espanyol para darse un festín

El Real Madrid se ha dado un festín en el Santiago Bernabéu. El Espanyol ha puesto todas las facilidades para que los blancos ganasen por 4-0 gracias a la calidad de Zidane y Guti y la efectividad de Ronaldo, los tres goleadores del encuentro. Además, el Málaga ha salido del pozo con su victoria ante el Athletic de Bilbao en el debut de Manolo Hierro (2-1) y Riazor acoge el último capítulo de esta temporada entre Deportivo y Valencia, que acaban de protagonizar la eliminatoria más polémica de la Copa del Rey.

REAL MADRID 4 - ESPANYOL 0

La ilusión regresó para instalarse en el Bernabéu. Lleno, para ver al mejor equipo de Europa en números del 2006, la afición madridista disfrutó del partido perfecto antes de la primera gran cita del año: las semifinales de Copa del Rey. Al Real Madrid no le hizo ni falta apretar el acelerador. Le bastó con abrir el campo, mover el esférico con criterio y aprovechar las ocasiones que se fueron sucediendo.

Cambiaba de planes en el último momento López Caro y pasaba de dar descanso a Guti, cerebro de la resurrección blanca, a sentar en el banco al gafado Baptista. Si algo cambió con la llegada del técnico es la enorme competencia que se vive dentro de la plantilla. Todos, salvo un Pavón extrañamente apartado, tienen posibilidades de jugar y aprovechan sus minutos. Lo demostraron Woodgate con su enorme potencial aéreo y Mejía, rápido y contundente, que disimularon la ausencia del insaciable Sergio Ramos. El Real Madrid saltó dominador. Lo fructificó Guti, con el primero de la tarde, tras pase medido de Beckham. Regresaba Ronaldo, esta vez a tiempo y sin forzar, y aunque bajó la intensidad de la presión desde arriba, volvió a mostrar su enorme potencial goleador.

El partido moría, si es que alguna vez tuvo vida, al borde del descanso con el descaro de Cicinho, que servía en bandeja el segundo a Ronaldo y con el "latigazo" de Zidane tras un perfecto pase de la muerte de Roberto Carlos. Poca película quedaba para una segunda parte en la que regresaba Pablo García, con Gravesen castigado en el descanso, y en la que los madridistas, metiendo la pierna hasta el final, se divertían sobre el césped ante ligeros amagues de rabia del rival. Zidane cerraba la cuenta con un disparo lejano colocado aprovechándose de la rapidez y el desparpajo de Cicinho. La goleada pudo ser aún mayor con Woodgate y Mejía rozando el gol y Cassano topándose con Gorka en todos sus intentos.

MÁLAGA 2 - ATHLETIC 1

En los primeros 45 minutos se vio a un Málaga muy metido en el partido, motivado por la necesidad de los puntos y con buena actitud, pero sin acierto en el remate. El Athletic saltó al campo con una defensa muy adelantada, poblada de hombres y sin arriesgar, esperando la posible oportunidad.

El conjunto local se adelantó en el marcador a la medida hora en una jugada iniciada por Antonio López que culminó Litos de cabeza. El tanto pareció espolear a los visitantes, quienes tampoco estaban para muchas fiestas por su complicada situación en la clasificación. Así, el conjunto vizcaíno empató nueve minutos después, tras una falta sacada por Yeste sobre Llorente, quien peinó de cabeza y Aduriz, en el segundo, anotó también de cabeza.

En esa primera mitad, destacó también una jugada polémica, ya que en el minuto 43 se anuló un gol a Salva por empujar a su marcador, hecho protestado por el equipo local, que reanudó su control tras el intermedio. Las cosas parecían ponerse de cara para el Athletic con la expulsión de Nacho, pero justo después Salva (m.72), tras una falta ejecutada por Antonio Hidalgo, establecía de cabeza el 2-1. El Athletic no tuvo más remedio que echarse adelante en busca de las tablas, pero le faltó mordiente y profundidad ante un Málaga que supo controlar y mantener bien su reencuentro con la victoria.

22ª JORNADA DE PRIMERA DIVISIÓN